En medio de una pandemia llegó la celebración de Día de Muertos en el municipio de Ixtacuixtla donde son veneradas grandes personalidades con el objetivo de mantener vivas las tradiciones que dejaron los ancestros.
El culto a la muerte era uno de los elementos en tiempos prehispánicos que llegó para quedarse y con ello hacer algarabía en honor de todos lo que se adelantaron a otra vida, por ello, el ayuntamiento que encabeza el presidente municipal, Rafael Zambrano Cervantes, indicó la importancia de estas tradiciones milenarias.
En Ixtacuixtla, se honra a los Santos Difuntos, y en su honor se colocó la tradicional ofrenda al senador Joel Molina quien en fecha recientes falleció, pero también para ex alcaldes y policías que escribieron la historia en México, Tlaxcala e Ixtacuixtla.
Mediante este tributo, la autoridad municipal hace votos por celebrar en casa con una oración a los fieles difuntos e invita a los ciudadanos a que estas tradiciones se realicen en un entorno familiar.
Es de precisar que, la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales.
Esta celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos; los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de nuestro país, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.
El Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos
Dentro de los elementos del altar se encuentran las flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún platillo que le gustaba a sus familiares a quien va dedicada la ofrenda, y al igual que en tiempos prehispánicos, se coloca incienso para aromatizar el lugar y llevando flores a las tumbas de los familiares.
Este año atípico la situación en Ixtacuixtla será diferente ya que para evitar un rebrote por contagio de Covid-19, se decidió por mantener los camposantos cerrados.