En las últimas semanas el gobierno federal ha advertido sobre el descuido y el exceso de confianza generalizado que ha permeado en la población respecto a tratamiento de la pandemia por Covid-19.
Lo anterior, señaló la legisladora, María Isabel Casas Meneses, al tiempo de referir que el semáforo epidemiológico no se volvió una alerta y pasó a ser un pretexto para tratar de recuperar una forma de vida a la que aún no podemos volver.
«Los días pasados en los que México vivió su celebración de día de muertos, los centros comerciales se vieron abarrotados, los restaurantes y las plazas comerciales estuvieron atestadas de personas. No fueron los panteones o las ofrendas el motivo principal para la reunión de las familias».
Consideró el hecho sobre el que ahora prevalece una sociedad de consumo que olvidó que el país y el estado de Tlaxcala se encuentran en medio de una pandemia.
Afirmó que es cierta la necesidad de reactivar la economía y que el consumo es una de las variables más importantes para que los comercios, las empresas y los emprendimientos puedan salir adelante en esta crisis.
Sin embargo, esto no se podría concretar con actitudes irresponsables por parte de la población, misma que ha dejado de lado los cuidados necesarios para evitar así un rebrote con mayor fortaleza.
«Hoy sabemos que debemos usar cubrebocas, asearnos las manos constantemente, evitar las reuniones masivas, usar lentes de protección si nos es posible y guardar una distancia prudente».
Asimismo, recordó cuando esta pandemia comenzó, y en este continente era mucho lo que se desconocía, hecho que se tradujo en muertes de mujeres y hombres que no pudieron vencer al Covid-19.
Llamó a usar la experiencia adquirida durante estos meses para poder cuidar a aquellos seres queridos y de las personas en lo particular, pues esa experiencia y conocimiento debe traducirse en familias sanas, en donde la prudencia y la responsabilidad nos permitan salir victoriosos de esta pandemia.
Más allá del deber institucional de los gobiernos, refirió, la primera línea de defensa contra el Covid-19 debe situarse en hábitos y cuidados personales, ya que la cultura de cada pueblo será determinante para salir de esta crisis.
«La economía y la salud se han vuelto el epicentro de este momento tan complejo que nos ha tocado vivir, pero serán la disciplina, la solidaridad, la empatía, la responsabilidad y nuestros hábitos los que definan, que pueblos podrán soportar esta tormenta y cuales terminarán naufragando», finalizó.