En ocasión de los eventos taurinos que se han realizado en Tlaxcala durante esta complicada etapa de pandemia que padecen todos los sectores económicos del país, autoridades estatales del círculo taurino cuya cabeza de sector es la Secretaría de Turismo, preparan una rueda de prensa que, a manera de informe, dará cuenta de los números que han dejado la fiesta brava en por lo menos un semestre.
Argumentos de sobra existen para asegurar que la fiesta de los toros representa no únicamente riqueza en términos culturales e históricos, sino también en lo económico. Los festivales, corridas, y hasta vacadas que se han dado desde hace ya algunos meses a la fecha, comprueban que el espectáculo taurino alimenta a muchas familias.
Los números que presentará en breve el Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino (ITDT) darán cuenta de la derrama económica que se ha generado a raíz de la realización de festejos taurinos en Tlaxcala, así como el número de empleos y los planes a corto plazo para mantener la reactivación.
Si bien se trata de un dinamismo apenas creciente el que está teniendo la fiesta brava en Tlaxcala en el marco de lo que pareciera una interminable pandemia, lo cierto es que se trata de uno de los sectores que ha puesto el ejemplo de que, como solemos decir, cuando se quiere, se puede.
La afición ha sido responsable al acudir a la plaza no únicamente para apoyar la reactivación, sino también para adecuarse a la tan nombrada nueva normalidad que requiere usar, como parte del atuendo cotidiano, el cubrebocas, llevar consigo alcohol en gel, y conservar la famosa sana distancia.
Como lo hemos escrito en múltiples ocasiones en este espacio de opinión taurina, Tlaxcala se ubica en la punta de lanza en lo que respecta a la reactivación del espectáculo taurino en México, uno de los más golpeados al momento y que poco se ha restablecido en otras entidades del país.
Con el parón de la fiesta brava en México, se perdieron fuentes de trabajo y muchos toros que tuvieron que ser sacrificados en el rastro, que no en el campo. Esta situación, conllevó el freno de una importante derrama económica que tardará mucho en reponerse.
Vapuleado
Vaya que resultó criticado el flamante matador de toros tlaxcalteca Alan Corona que hace unos días se doctoró en la plaza Jorge Aguilar “El Ranchero” de la capital de nuestro estado.
El joven torero fue maltratado más en las redes sociales que en el mismo ruedo, pues más de uno criticó su falta de oficio, sitio y experiencia novilleril para obtener la alternativa; vamos, hubo hasta quienes lo señalaron de pagar por torear. De ese tamaño.
Siempre será buena la crítica seria y objetiva, pero caer en el insulto o en la diatriba, nunca llevará a nada.
Alan Corona tiene un gran reto por delante. Si bien es cierto que aún se ve falto de oficio frente a los toros, si acaso por la falta de experiencia en la plaza, el joven torero tendrá que remar contracorriente en una profesión sumamente complicada y competida actualmente.
Si a ello sumamos los tiempos que vivimos, el esfuerzo tendrá que ser doblemente mayor. Le deseamos la mejor de las suertes en la nueva etapa como matador.
Eso sí, no dejaremos de opinar con respecto a la concesión de alternativas como matadores de toros en Tlaxcala. En el último mes fueron dos, ciertamente cuestionadas por diversos factores, lo que también nos hace considerar que es necesario realizar una valoración adecuada antes de dar ese paso, lo mismo personal, que como empresa y hasta como maestro.
…Un muchacho quería ser el mejor cantante del momento, era su pasión, pero no cantaba nada bien. El joven intentó cantar y educar su voz para conseguir presentarse ante los grandes públicos, pero se engañaba a él solo. Nadie le merecía una opinión favorable a su paupérrima forma de cantar, más allá de la admiración por su terquedad y ganas de colgarse en los cuernos de la luna del espectáculo…
Lo mismo pasa con el toreo. Por mucha afición y gusto que se tenga por el “arte de Cúchares”, si no hay cualidades, personalidad, tablas y maneras de torero, difícilmente se podrá figurar en un ambiente tan competido, elitista y selectivo como lo es el taurino. Así las cosas.
