Todo inicia con el nombramiento de pueblo mágico en 2015, es así como Martin Martínez Hernández es invitado como líder de opinión para participar en la integración de la documentación que se requería para que obtuviera el nombramiento de “pueblo mágico”, se hizo un listado de los posibles atractivos con los que cuenta el municipio, tales como: haciendas, parroquias, capillas, monumentos históricos, zonas ecoturísticas entre otros.
Sin tener conocimiento profesional del turismo Martínez Hernández tenía el buen gusto de conocer lugares y disfrutarlos, es así como se comenzaron a descubrir un gran número de espacios que se debían explotar y fue así que se consiguió el reconocimiento como “pueblo mágico” en la administración de Jorge Rivera Sosa siendo como secretario de turismo municipal el Lic. German González Grant.
Una vez obtenido el nombramiento, la sociedad civil encabezada por el señor Martin Martínez, se dan a la tarea de investigar con información se contaba para poder vender al pueblo en el sector turístico, resultado de esa búsqueda se encuentran con un libro llamado “La cultura Tlaxco” de la arqueóloga Beatriz Leonor Merino, esposa de Ángel García entonces director del INAH, quienes son los escritores del proyecto arqueológico Puebla-Tlaxcala.
Derivado de dichas investigaciones se descubre que en Tlaxco existía un señorío llamado “Tlilihuilquitepec” que quiere decir “Cerro negro en forma de espirales”, un territorio que no pertenecía a Tlaxcala en los años 800 y se le conocía como “La muralla prehispánica” donde la gente fue o ha sido de una cultura astronómica a nivel Anahuaca, desde la tierra de fuego hasta Canadá es decir que dentro de esta área se encuentran alrededor de 600 tlachtlis registrados, 900 pirámides y más de 2000 tlachtlis que están nada mas como zonas de observación del espacio.
Tlaxco proviene de la palabra “tlachtlia” que significa ver/observar quiere decir entonces “Observatorio astronómico ancestral” donde se practicaba el “Ulama Linzi” (juego del hule sagrado), una ceremonia ancestral que se interpretaba como juego de los astros o el portal al inframundo.
Derivado de estos resultados se concluyó en que el pueblo tiene una identidad interesante, Tlaxco cuenta con por lo menos 5 observatorios, el cerro del sotol es uno de ellos, en la cima se encuentran vestigios ancestrales de algún basamento en donde se comenzaron a realizar algunos ensayos, estudios y observaciones, encontrando que en el centro del observatorio esta un “teocalli” con marcas de las temporalidades, es decir cuando empieza y termina un ciclo estacional.
Por tales motivos Tlaxco cuenta con una riqueza cultural e histórica que se debe explotar, remontarse a la practicas ancestrales como una forma de atraer al turismo, acercándolos a conocer los rituales milenarios que se realizaban el pueblo y que forman parte de la historia prehispánica de México, lo que se pretende hacer es llevar a grupos de visitantes a vivir el juego de pelota, un deporte que se practicaba para destacar a los mejores guerreros y tuvieran la dicha de que en su muerte visitaran al sol, que por la ubicación astronómica de los cerro u observatorios naturales eran observados por los astros.
Martin Martínez que funge como guía de turista certificado ha hecho una serie de gestiones para que este proyecto se esté haciendo realidad, el terreno donde se trazó el tlachtli fue donado por el señor Vicente García, la familia Sosa rivera dono horas máquina para arreglar el campo, el señor Santiago Morales dio el recurso para el combustible y elementos de la secretaria de la defensa serán quienes practiquen el juego de pelota en los diferentes eventos de temporalidades en el año. Sin duda estas acciones son de gran importancia ya que ayuda al crecimiento de Tlaxco y es un generador de empleo a corto plazo.
