El comúnmente conocido como chilacayote se caracteriza por ser una planta trepadora perteneciente a la especie enredadera, siendo capaz de producir un fruto comestible y formando parte de la familia de las curcubitáceas.
Su nombre dentro de nuestro país deriva de la lengua náhuatl para ser más específicos de tzilac liso y ayotli calabaza. Dentro del territorio de América Latina esta denominación puede cambiar por otras como alcayota, lacayoyote, chiclayo y cayote.
En nuestro país y lugares como Perú, Ecuador, Argentina y Colombia, es un elemento relevante de la gastronomía, pues sirve para la preparación de alimentos tanto salados como dulces.
Su origen se determino mediante exploraciones arqueológicas que demuestran que sus primeros usos se presentaron en la época prehispánica dentro de lo que actualmente se conoce como Perú.
No se conoce algún ancestro del chilacayote, pero es congénere de otras cuatro especies con variedades cultivadas de calabaza.
Este alimento destaca por sus propiedades medicinales ya que es un excelente auxiliar cuando se trata de regular los niveles de azúcar, razón por la que es muy recomendado a quienes padecen diabetes.
También funciona como antioxidante, ayuda a liberar la insulina de páncreas, es bajo en calorías, es fuente de vitamina A, vitamina C y hierro.
Las formas de preparación de este fruto son muy amplias ya que se puede comer en su totalidad, cascara pulpa y semillas.
