Ante el incremento del sedentarismo derivado del confinamiento por la pandemia de Covid-19, la coordinadora de Gestión Médica, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, Lisset Romero Gaytán, recomienda prevenir los índices de obesidad o sobrepeso en niños y adolescentes, con planes de alimentación y ejercicio.

Explicó que el sobrepeso y obesidad cada vez se identifican a más temprana edad, pues los menores afectados están en el rango de seis a ocho años, mientras que el grueso de pacientes que llegan para tratamiento son adolescentes, entre 13 y 15 años.

Resaltó que se ha comprobado que el peso de la madre durante la gestación puede ser factor de riesgo para obesidad, por lo tanto, la alimentación se debe cuidar desde que el niño está en el útero de su madre y ella debe cuidarse antes de embarazarse.

Romero Gaytán precisó que es fundamental el papel de los padres de familia, al generar hábitos de activación física y enseñar a los niños a realizar ejercicio en casa, no sólo cuando acuden a un deportivo o a una clase, sino hacer ejercicio cotidiano durante 30 a 60 minutos para tener un gasto calórico.

Para erradicar este problema de salud en la población joven, recomendó que los padres procuren que la alimentación sea saludable, evitar refrescos y productos chatarra; incrementar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres (frijol, lentejas) cereales integrales y frutos secos; que la actividad física vaya más allá de la caminata, porque no es suficiente para bajar de peso; debe ser caminata en terreno inclinado; subir y bajar escaleras; trotar o correr de 30 a 60 minutos al día, cuidando las articulaciones de los niños que son vulnerables.

“Vigilar que sus hijos menores de 15 años realicen algún deporte o actividad física como caminar, correr, saltar y andar en bicicleta, a fin de prevenir enfermedades como el sobrepeso y la obesidad”, subrayó.

La especialista del Seguro Social recalcó que el tratamiento de la obesidad se basa en alimentación sana y ejercicio cotidiano; solamente se indican medicamentos cuando hay complicaciones como: diabetes, hipertensión, hígado graso y apnea del sueño; así como en alteraciones de las articulaciones como tobillos, rodillas y cadera que son frecuentes.

Además en algunos casos específicos se requiere del apoyo del nutriólogo, quien orienta a los padres y pacientes con menús de alimentación fijos en calorías, a fin de que los menores tengan un crecimiento y desarrollo armónicos de acuerdo con su edad y al mismo tiempo les ayuden a bajar de peso.

Adicionalmente, subrayó que es necesaria una alimentación correcta, tomar agua, dormir mínimo 8 horas diarias y la actividad física, ya que son aspectos importantes para prevenir las complicaciones de esos padecimientos, ya que los niños obesos sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión y presentan marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.

Agregó que por lo menos una vez al año deben acudir con el médico familiar o a PrevenIMSS, para que los niños sean medidos y pesados; acudir al servicio de Nutrición para recibir asesoría por parte del Nutricionista Dietista y llevar una alimentación saludable que favorezca el crecimiento y desarrollo del menor.

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