De Triunfos y Fracasos

Jair Torreblanca Patiño

La ilusión de ver a un tlaxcalteca triunfar en la Liga profesional de fútbol siempre se ha tenido, ahora que se tiene a un equipo como Coyotes de Tlaxcala en la Liga de Expansión, muchas son las voces de aficionados lo desean y lo hacen patente a través de las diferentes redes sociales y buscan encontrar eco. Hoy vemos que la oportunidad que muchos de ellos han tenido, no lo han podido concretar ¿Por qué? Por la simple y sencilla razón de no estar a la altura de este compromiso.

Está aseveración es dolorosa, pero real. Actualmente tenemos muchos jugadores que los vemos participar en equipos de ligas menores que han crecido por doquier con diferentes cualidades y dicen ser quintas, cuartas, terceras premier etc, etc, etc. Y que solo generan falsas expectativas de desarrollar el fútbol, debido a que la realidad no habla de ser solo organizaciones que lucran sin ofrecer mayores beneficios que en algunos casos como la Cuarta Premier una franquicia en Tercera División Profesional.

Es cierto ofrecen el primer contacto con el fútbol organizado, pero el lucro de ofrecer franquicias a altos costos, genera que en algunas organizaciones futbolísticas se tenga que cobrar una presencia como el caso de Guerreros de Tlaxcala donde cada jugador tiene que erogar más menos 9 mil pesos por ser participe de está división y que los padres de familia con el fin de ver a su hijo cumplir el sueño de jugar “profesional” hacen este sacrificio.

Regresemos al tema que nos ocupa en esta columna. Varios jugadores tlaxcaltecas han tenido la oportunidad de debutar en el profesionalismo, en específico con la jauría y han mostrado más sus carencias, que cualidades. Recordar el debut en Linces de Tlaxcala y posteriormente en Coyotes del apizaquense Ricky Martín Moreno, que fue arropado, pero al final no paso nada extraordinario, el caso más reciente fue de Gabriel Lozano, el estratega Irving Rubirosa le dio la oportunidad en cancha hasta el grado de ser titular en lar de juegos, es cierto mostró mayor madurez, pero sin llegar a marcar diferencia.

Y así podríamos ejemplicar más participaciones como en caso del portero Ernesto García, que en la categoría premier en su primera aparición de titular se llevó tremenda goliza o el caso del crack de la tercera división Jonathan Suárez el torito, que simplemente fue embestido por una realidad de ser igual que los jugadores que encontramos en el llano. La exigencia es demasiada que ni la experiencia de haber participado en el profesional es suficiente, ahí está el caso de que después de tener participación en Lobos Buap y pasar una visoría, Kevin Bocardo ya no siguió con el proceso de prepararse y esperar el momento de ser contemplado.

Estos claros ejemplos nos hablan de una realidad, faltó calidad, porque no fue suficiente la que traían, como para llenarle el ojo al técnico y ser considerado en el 11 titular. ¿Qué es lo que pasa en el fútbol local? Sin duda la distancia entre una cuarta, una tercera a una Premier o Liga de expansión, tienen un gran abismo y si a eso le agregamos las diferentes formas de prepararse de cada uno de los jugadores que la integran habla de no tener quizás a veces los que van desde tener deficiencias técnicas, visión de campo y actitudes poco desarrolladas, más la experiencia del verdadero fútbol profesional.

Hagamos un recuento de manera muy rápida y veremos que son pocos los jugadores que han ingresado por parte de Tlaxcala al fútbol profesional, hoy vemos consolidado a Rodrigo Salinas con presencia en equipos como, Puebla, Pachuca, Morelia, Toluca, sus inicios fueron de total sacrificio, viajes diarios de su natal Apizaco hacia Puebla para prepararse en fuerzas básicas y esperar el momento de debutar bajo el mando de José Luis Sánchez Sola. Otra historia, sin tanto reflector y con un destino diferente es la Efrén Mendoza Cuautle de Contla, su base fue una escuela de fútbol de la Unidad Santa Cruz, posteriormente se enrolarse ya en un club filial a fin de ingresar a una preparación más profesional y ver la oportunidad de debutar con Atlas bajo el mando del bigoton Ricardo Lavolpe, hoy las cosas no han sido fáciles pues bajo de nivel al ingresar a Leones Negros y posteriormente entrar en un equipo de Liga de Balompié y actualmente se encuentra pidiendo a gritos una oportunidad en Coyotes.

Para transcender, se requiere cualidades, marcar diferencia entre el común de los jugadores, es cierto, pero un basto conocimiento en el tema técnico y táctico, que no se soluciona con ser buen driblador o el máximo goleador de tal o cuál liga infantil y juvenil. Es una realidad que una escuela de fútbol o centro de formación brindan estos elementos, pero en la práctica, estos no son suficientes porque en algunos casos provienen de un entrenador empírico que se forjó en la cancha. Hoy diversas instituciones brindan certificaciones que en algunos casos no son suficientes también debido a que estos se dan en cinco sesiones que no llegan a cubrir los requerimientos mínimos de enseñanza más a fondo y obvio que la necesidad de tener a un mayor número de jugadores para tener más ingresos económicos que es la verdadera prioridad.

Muy pocas escuelas formadoras de futbolistas, tienen un proceso de preparación idóneo, con enseñanza profesional, que forje carreras de éxito para garantizar un futuro en el Balompié mexicano en la antesala del profesionalismo al pertenecer a las fuerzas básicas de algún club. Hoy todos prometen llevar a visorias y con ello creen cumplir. Enrolar a algún jugador en fina cuarta, tercera, lo ven como logro cumplido, pero el que ese jugador trascienda o no, dependerá de los conocimientos adquiridos en dicha escuela, porque es real que mientras no estén en divisiones como alguna Sub 17 o Sub 21 de algún equipo profesional, cualquier otra incursión simplemente no será profesional.

Hoy vemos un número mayor de jugadores que quizás sueñan con llegar a una Liga profesional, por cumplir con el deseo principal del padre de familia, como hemos visto, un grupo muy reducido, lo logrará, porque reitersmos, no basta con tener las cualidades, excelentes condiciones técnicas y tácticas, sino por la falta de madurez que lo ofrece la experiencia en cancha, no solo de asistir a copas, ser campeones del barrio, sino de tener roce con equipos de mayor calidad y eso se refleja en los pocos resultados que se han obtenido en competencia nacionales donde Tlaxcala sigue sin figurar.

Falta generar metodologías de desarrollo futbolístico como las que se tienen en Colombia, Uruguay o Argentina, actualmente países que son generados de infinidad de jugadores con calidad de exportación. De eso estamos a años luz en Tlaxcala y en nuestro país. Por eso urge que haya verdaderos elementos que soporten carreras de éxito de jugadores con cualidades que no solo se pierdan en la prostitución futbolística de la que son objeto por el simple hecho de “ser bueno” y dónde los vemos irse siempre con el mejor postor que les de unos tacos, uniforme o algunos pesos con tal de que no se los gane otro equipo. Así de grave es la actualidad de fútbol local.

Si continúan estos vicios, será difícil ver una camada importante de jugadores que tomen la estafeta de los que ya han pasado profesionalismo y trasciendan, que solo destaquen en el llano y no en las filas de algún club importante. Falta que se cumpla con tener a un profesional de la enseñanza, hacia un jugador con cualidades y el apoyo de los padres de familia, con objetivos claros que las misma preparación, le vaya abriendo las puertas. No como lo hablan presuntos visores de “equipos profesionales” que organizan tour a diferentes visorias públicas y de la cual se llevan alguna tajada, es cierto es su modus operandi y juegan con la ilusión de ver triunfar a un hijo y no importa cuánto paguen.

¿Cuántos ejemplos podemos mencionar en este punto, que simplemente de verse cerca e un club protagonista, terminan jugando en algún equipo de alguna división inferior? Así de mal está nuestro fútbol ¿O no?

Comentarios para esta columna de la patada al correo detriunfosyfracasos@hotmail.com

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