En este periodo de vacaciones de verano y confinamiento por la COVID-19, se recomienda a los padres de familia, fomentar en sus hijas e hijos hábitos de lectura y de actividades lúdicas que los ayuden en su desarrollo intelectual, señaló Fernando Moncada Jiménez, encargado de la Jefatura de Servicios de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala.
Fomentar el hábito de la lectura es una actividad que se puede realizar en casa, ante esta emergencia sanitaria por la COVID-19, los principales beneficios son: estimulación de la concentración, percepción, imaginación, creatividad y empatía; ejercita la memoria, disminuye el estrés, ayuda con el insomnio, alarga la esperanza de vida, estimula las habilidades de expresión, lectura y lenguaje, mejora la toma de decisiones y la solución de problemas.
A través de la lectura se reduce el estrés, se previene la pérdida de memoria, atrasa la aparición de enfermedades como Alzheimer, además, leer por las noches ayuda a tener una buena rutina de higiene de sueño, produce notables beneficios en la mente y mejora la ortografía.
La mayoría de los adultos saben la importancia de fomentar la lectura en las y los niños, que se debe leer para aprender y que es de suma importancia desarrollar el hábito de la lectura desde pequeños, pero las más de las veces se queda solo en buenas intenciones y no se predica con el ejemplo.
“Está comprobado que los pequeños son como ‘esponjas’ y actúan por imitación, así que si ven a los adultos leer, querrán imitarlos; el objetivo es que no se sientan presionados para leer, porque entonces perderían el interés,” subrayó Moncada Jiménez.
Es importante que los padres de familia durante el confinamiento por la pandemia, les dediquen de 20 a 30 minutos a los niños y adolescentes, para acompañarles en la lectura (leer con ellos, escucharles y aclarar sus dudas). Esta estrategia permitirá que desde pequeños vayan adquiriendo el hábito de la lectura, además el acompañamiento, genera vínculos de unión entre padres e hijos y crea seguridad en un ambiente de tanta incertidumbre.
Las actividades lúdicas favorecen desde la infancia, la autoconfianza, la autonomía y la formación de la personalidad, convirtiéndose en una de las actividades recreativas y educativas más gratificantes en la vida.
“Es importante educar a los niños y adolescentes sobre el uso adecuado del internet y de los dispositivos electrónicos (celular, laptop, ipad, tablet y televisión), propiciando tiempo para realizar actividades diferentes, desde platicar, caminar, practicar algún deporte o juego de destreza”, enfatizó el especialista.
Se deben generar también hábitos de activación física y de descanso visual, valorar y reconocer la importancia que tienen los ojos y el cuerpo humano para la salud perdurable, por lo que merecen nuestro cuidado y atención.
Debe reducirse el tiempo destinado ordinariamente a los videojuegos y a interactuar a través de las pantallas, al canalizar su energía en actividades físicas y recreativas.
Convivir como familia mediante la lectura y el juego, permite tener un Verano Seguro, ya que los contagios de COVID-19 continúan y si no es necesario salir, es mejor y más seguro quedarse en casa.