De Triunfos y Fracasos
Jair Torreblanca Patiño
Culminaron los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Una celebración atípica por el entorno que los envolvió. Pese a la polémica y que se pospusieron un año, se realizaron de manera digna, es cierto con casos positivos, pero al final fueron los menos de una comunidad deportiva que se hizo presente en la competencia mundial.
México concluyó tristemente con cuatro medallas, cuatro bronces que supieron a gloria, debido a las circunstancias que se dieron y porque no quedó de otra que conformarse con este resultado. Esta cifra representa la obtención más baja que nuestro país ha cosechados en justas de este tipo, basta saber que hace cinco años en Río, fueron 6 donde hubo tres platas y los demás bronces.
En esta ocasión destacaron los terceros lugares y la cantidad de cuartos lugares donde se colocarln nuestros atletas. Es cierto recibirán un apoyo prometido por el presidente de la República. Es un esfuerzo, pero en un evento donde se mide la competencia, en ese tema si quedaron a deber, su que a los propios deportistas no les guste que sean criticados sus malos resultados, es bien cierto, que para eso se preparan, estarán en el escrutinio público por buenos o malos resultados.
Cuatro medallas, en deportes que de manera recurrente se hacen presente en el medallero. Comenzó el tiro con arco en pareja mixta con Alejandra Valencia y Luis Álvarez, un deporte que como lo hemos dicho, ya el nivel que presente es de estar siempre peleando los primeros lugares en los diferentes eventos como campeonatos mundiales lo copas. Extrañó no ver a algún arquero de forma individual en el podio de ganadores.
El segundo metal de tercer lugar se dio en clavados en la modalidad de sincronizados 3 metros con Alejandra y Gabriela Agúndez, que se colaron entre las mejores del orbe en los datos ornamentales y habla de la fuerza que año con año tiene esta disciplina. El futuro es prometedor porque hay elementos de la selección que debutaron y alcanzaron cuartos lugares. Criticar a quienes no tuvieron los tamaños para colarse al menos a la fase semifinal, como el caso de Iván García que fue superado por el novel clavadista Andrés Villareal.
Que decir de la halterofilia donde Aremi Fuentes, levantadora de pesas chiapaenca que fuera de los pronósticos hizo poner el nombre de México en el podio de ganadores con medalla de bronce, a 21 años de que Soraya Jiménez hiciera vibrar a todo un país con la medalla de oro que obtuvo en Sidney 2000. Con este resultado la disciplina promete para mantener resultados, al recordar que durante estos años ha habido halteristas que han logrado resultados importantes para nuestro país y necesita crecer.
Que decir del futbol, que en su momento nos hizo solar con un metal dorado, después de un apabullante triunfo ante Francia, después en la derrota ante Japón, nos volvieron a la realidad, al provocar que ante Sudáfrica se jugarán el pase a la siguiente ronda. Todo fue miel sobre hojuelas después de derrotar a Corea, pero en la fase semifinal en encontraron a Brasil un rival que los venció en penales. El metal de bronce lo lograron al derrotar a los anfitriones y así cobrar ventaja de la dolorosa derrota que les propinaron en la fase de clasificación. Ayer con el rostro alegre, vimos a los seleccionados alegres, disfrutando este momento.
Ya lo decía el portero Guillermo Ochoa “Cuando mis hijos crezcan quiero presumirles que fui medallista olímpico” y si, esta es la principal razón que tiene la participación en los Juegos Olímpicos, esa satisfacción que no va recompensada por algún premio en lo económico, sino de llevar a un país a un pidió y presumirlo a los cuatro vientos de haber cumplido un objetivo. Hoy quizás nos quedamos con las ganas de ver a los mexicanos acariciando el metal dorado, pero al final de cuentas hay satisfacción de ver como el esfuerzo puesto en la cancha valió muy bien la pena.
Que pasa en el deporte mexicano, que después de buenas actuaciones, ha venido a la baja en resultados. Sin duda mucho tiene que ver la estructura que tiene cada deporte, donde sus representantes denominadas federaciones, se han encargado de provocar problemas a la hora de programar los procesos de competencia y fogueo de sus deportistas. Quejas y más quejas de la falta de apoyo para realizar de forma idónea una preparación, que a diferencia de otros países, si les da resultados.
Para muestra de que las divisiones que se han tenido al interior de cada federación se muestra en los resultados que entrenadores obtuvieron bajo otros colores, donde con el mismo talento que brindaban en su México, estás problemáticas los alejaron y mantienen sus estatus de ganadores, pero con otros colores que no son los suyos. Una fuga de talentos que se ve también en deportistas, alejados por la misma razón. Por ello falta mano dura para terminar con este añejo problema, que parece no tener pronta solución, debido a que estos organismos son autónomas con poca injerencia de las autoridades deportivas.
Para colmo, cuando surgen problemas como el caso de los uniformes tirados a la basura, la reprimenda se da para quien reveló el tema y no para las culpables. Esto habla de la razón del porqué muchos problemas se han dejado crecer, por la negativa de no enfrentarlos de forma directa y darles solución.
Hoy los 10 metales pronosticados, quedaron lejos, muy lejos de las expectativas que se tenían. La realidad ha mostrado que mientras no se resuelvan rencillas internas, el deporte seguirá buscando los tan ansiados metales, que a veces no llegan, por presentar a un atleta fiera de sus niveles óptimos de competencia.
Poco tiempo se tendrá para lamentar esta situación, debido a que el proceso olímpico para los juegos olímpicos de París 2024 comienza en tres años y muchos de nuestros deportistas tendrán poco tiempo para el lamento, debido que tendrán que comenzar a trabajar para este nuevo ciclo, que ojalá nos regale más alegrías que las obtenidas en Tokio 2020, donde al hacer un análisis frío, se quedó a deber la medalla que ya suma 21 años sin obtenerse. Ojalá no pase más tiempo en ver nuevamente obtener el himno nacional con algún campeón o campeona olímpica. ¿O no?
Comentarios para esta columna que se despide de Tokio al correo detriunfosyfracasos@hotmail.com