Por: José Miguel C. Núñez Núñez
La clase política en México, miente.
Es lamentable que los abanderados de la 4T hablen de reforma, cuando en esencia es una contrarreforma. Peor, al promoverla y defenderla, no argumentan, simplemente la quieren imponer y además, “sin cambiarle ni una coma”. Vil, que usen mentiras para imponerla.
Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ante diputados de las comisiones de Energía y de Infraestructura, afirmó:
“… generar el rescate de la CFE de la urdidumbre letal tejida con la reforma de 2013.” (Reforma. 27.10.2021)
“… la iniciativa es un asunto de seguridad nacional… La CFE, como Pemex, son empresas de interés público; la CFE no tiene fines de lucro y se le tiene que apoyar para que no aumente el precio de la luz…Llamó a terminar con el amasiato… si se aprueba… habría una tarifa única para el pago de luz” (El Financiero. 27.10.2021)
En la misma reunión con legisladores: “… Gerardo Fernández Noroña, del PT, salió en defensa de Bartlett y arremetió contra los vendepatrias…” (El Financiero. 27.10.2021)
En entrevista exclusiva para La Jornada, Manuel Bartlett, nuevamente mintió:
“La reforma constitucional… no busca expropiar las empresas privadas ni crear un monopolio estatal… Ideológicamente es nacionalista… para proteger los intereses nacionales… si se mantiene la reforma peñista, sus consecuencias serán dramáticas…” (La Jornada.3.11.2021)
“Todos los partidos deben apoyar la reforma eléctrica… Nadie puede estar a favor de un sistema eléctrico cínicamente oligárquico, asegura el director de la… (CFE), Manuel Bartlett… no acepto este sistema eléctrico abusivo, tramposo… Las empresas privadas se van a quedar con la inversión que existe en plantas, con 46 por ciento de la generación. No vamos a reconocer la generación que está ahora en procesos ilegales…” (La Jornada. 4.11.2021)
Finalmente, en el llamado a la movilización que hace Morena en “defensa de la reforma eléctrica”, apunta: “… la 4-T acumula… triunfos populares: “Se ha eliminado la presidencia frívola, corrupta… se ha democratizado el ejercicio del poder público… los índices delictivos van a la baja; México vive un ambiente de libertad… se reconstruye el sistema de salud; se reactiva el campo; se construye una nueva relación… entre el país y sus pueblos originarios… se rescata el sector energético… diariamente contrarresta el discurso mentiroso de los grandes consorcios mediáticos… Los avances de la 4T son impresionantes… En Morena se encuentran las mujeres y los hombres más dignos de México… iniciativa de Reforma Eléctrica… busca rescatar a la Comisión Federal de Electricidad del saqueo neoliberal… Si nos movilizamos para defender la soberanía energética y la ratificación del mandato… Con la primera… alcanzar la autosuficiencia energética… con la segunda… convertir en… práctica… el Artículo 39 constitucional: el pueblo… tiene el derecho… de cambiar… su forma de gobierno…” (La Jornada. 4.11.2021)
Veamos los hechos:
Lázaro Cárdenas creó la CFE. Desde el siglo XIX participan empresas privadas y extranjeras en la producción de energía eléctrica en México. El propio presidente Cárdenas, siguió adelante con la participación de dichas empresas en la generación de electricidad. En 1960, se expropian las empresas privadas. Sin embargo, fue un proceso lento, en tanto no se podía dejar sin servicio de luz, a vastos sectores y territorios del país. Fue hasta 1975, que la CFE asumió el control total de la generación y venta. Tal situación no se pudo sostener ante el crecimiento de la demanda y la necesidad de ser más competitivos, por lo que desde 1992, nuevamente empresas privadas se incorporan a la producción. Ese año surge la Comisión Reguladora de Energía (CRE). En 2008, surge la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Ambas comisiones desaparecerían, si se aprueba la contrarreforma. Ambas comisiones, son anteriores a la reforma de 2013, de la que tanto habla Bartlett, quien ve a México como si el país estuviera en el siglo pasado y pretende justificar como asunto de “seguridad nacional” aprobar la contrarreforma. Quiere hacer creer que la CFE “no tiene fines de lucro y se le tiene que apoyar para que no aumente el precio de la luz”. Habla de seguridad nacional, cuando México y los países del mundo, están en un mercado global. Al decir que la CFE no tiene fines de lucro, está justificando de antemano, que sea siempre una empresa quebrada, que demandará más y más, dinero proveniente de los impuestos y si no alcanza, de deuda pública, que al final pagaremos todos los mexicanos. Este es precisamente el problema eterno de las empresas públicas en México, quienes están al frente de ellas, no les preocupa entregar buenas cuentas, al final, no es dinero suyo, ellos no pierden nunca, al final saben que serán rescatados con recursos públicos, de ahí su ofrecimiento de no aumentar el precio de la luz. Lo que falte, lo pagaremos todos, en tanto el gobierno tampoco lo pagaría.
Dice Bartlett que la contrarreforma: “no busca expropiar las empresas privadas ni crear un monopolio estatal”. La contrarreforma del artículo 27 constitucional va precisamente en el sentido de que corresponde “exclusivamente a la Nación el área estratégica de la electricidad” y el artículo 28 constitucional establecería que la generación eléctrica es una función exclusiva del Estado. El inciso a) del segundo transitorio, dice claramente: “Los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado, se cancelan, así como las solicitudes pendientes de resolución.”
En tal sentido, cancelar, es expropiar y al plantear la contrarreforma que la electricidad será una función exclusiva del Estado o que le corresponde exclusivamente a la Nación, es obvio que la CFE vuelve a ser monopolio. Los monopolios han sido, son y serán muy malos para la salud de la economía, peor para los más pobres.
Finalmente, el desplegado de Morena publicado en La Jornada, no tiene empacho en mentir a granel y revela la intención de la contrarreforma eléctrica y de la jornada de ratificación del mandato. Une ambas estrategias como parte de una intención política: controlar políticamente a México y por ende a las y los mexicanos. Y cuidado, en un descuido, pretenderán la reelección del presidente, al amparo del artículo 39 constitucional.
Por eso quieren controlar la energía, que es el insumo esencial para la actividad económica. Controlar es poder; poder, corrompe; el poder absoluto, corrompe absolutamente. ¿México lo permitirá? ¿Los legisladores federales creen o sienten que participarán de ese poder corruptor y por eso votarán a favor de la contrarreforma, sin importarles el futuro México y de sus propios hijos?