En Tlaxcala niños, niñas y adolescentes podrán asistir a círculos de lecturas que se realizarán todos los sábados de febrero, marzo y abril en la sede de la Secretaría de Cultura Federal, pues este espacio en donde los pequeños compartirán historias, talleres, juegos y cuentos tienen la intención de desarrollar creatividad, imaginación y una narrativa que no cuestionará la forma de pensar, sentir o decir de los infantes.
En entrevista para síntesis, Mónica Zárate Ambriz, secretaria ejecutiva del programa nacional «Alas y Raíces» invitó a los pequeños de las familias tlaxcaltecas a acudir a los espacios de lecturas pues las promotoras de la literatura serán Alejandra Guadarrama y Renata Luna, quienes compartirán con los infantes espacios seguros en beneficio del intercambio cultural y social desde la voz e imaginación de los niños.
En ese sentido, Zárate Ambriz detalló que los niños, niñas y adolescentes podrán proponer, cuestionar, imaginar y narrar los saberes de la lectura, dado que al espacio asistirán quienes quieran compartir y transitar por una sala de intercambio cultural, además, este acercamiento permitirá a los niños, niñas y adolescentes proyectar una historia en espacio y tiempo, tomando en cuenta que la lectura es un derecho cultural que tiene como reflejo de acuerdo a la secretaria ejecutiva del programa nacional «Alas y raíces» un espejo de puertas y ventas.
Esto ejemplificado como una oportunidad en la que niños proyectarán y conocerán las artes, pues se conocerá la empatía y las capacidades de hablar y escuchar acompañado con el conjunto de valores como la tolerancia y respeto.
Cabe recordar que el programa «Alas y Raíces» es el programa de la Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural Infantil (Cndci), perteneciente a la Secretaría de Cultura federal, por lo que se proponen acciones destinadas al cumplimiento de los derechos culturales de niñas, niños y adolescentes de seis a 17 años.
Este programa tiene el objetivo de garantizar el ejercicio de los derechos culturales de las infancias y juventudes, reconociéndolas no sólo como sujetos de derecho, sino también como agentes culturales capaces de transformar sus realidades.
Considerar la participación de niñas, niños y adolescentes desde una noción más amplia, es justamente ahí donde ellas y ellos pueden explorar y desarrollar su autonomía, pensamiento crítico y creatividad en la construcción de sus propias narrativas.
