La lengua es considerada uno de los órganos más importantes para el ser humano, ya que realiza funciones básicas para lograr procesar los alimentos como saborear y tragar, también juega un papel  fundamental para articular las palabras.

Al no estar vinculada a ningún tipo de hueso, puede modificar su forma pues tiene cuatro músculos intrínsecos. Mientras  que los cuatro músculos extrínsecos que se encuentran unidos al hueso le permiten cambiar de posición, lo cual en conjunto facilita el habla.

Se dice que gracias a la agilidad y flexibilidad de la lengua en conjunto con las tareas de dientes y labios un ser humano puede producir noventa palabras por minuto.

Por otra parte el papel de la lengua cuando se habla de la alimentación es el siguiente, en primer lugar la percepción del gusto que consta de cinco tipos de sabor: dulce, ácido, salado, amargo y umami (sabroso), para lograr reconocerlos la comida debe ser humedecida por la saliva para que estos pasen a los receptores o papilas gustativas.

De acuerdo con las estimaciones  cada lengua posee alrededor de 10 mil papilas gustativas, por lo cual el sentido del gusto se encuentra totalmente regido por la lengua.

Una vez que la comida es masticada la lengua es la responsable de llevarla a la faringe, la lengua esta unida a la base de la boca por un pliegue llamado frenillo que le permite realizar esta labor.

Cuando se llega a la parte trasera de la lengua se encuentran las células de defensa que comprenden la amígdala lingual, siendo esta la encargada de proteger al organismo de gérmenes que pueden entrar por la boca. Sin embargo un gran número de estadísticas señalan que hasta un treinta porciento de la población adulta a sufrido halitosis provocada por bacterias, enfermedad que puede ser prevenida mediante acciones de salud bucal como el cepillado de dientes.

Para celebrar las funciones primordiales que la lengua otorga a la vida cotidiana cada 19 de julio se conmemora de manera no oficial el Día Mundial de Sacar la Lengua.