Por: Jair Torreblanca Patiño
Ha iniciado el segundo mes del año. En este mes las disciplinas encaminarme sus esfuerzos a conformar los selectivos locales para participar en los procesos clasificatorios de Juegos Nacionales Conade. Algunos lo harán bajo el esquema de regionales y mácroregionales o nacionales clasificatorios.
Sin duda lo que ahí suceda será determinante en las aspiraciones que se tengan en la competencia nacional para la cuál desde hace años es la prioridad para el estado, que ha dejado de lado el apoyo para los atletas que participan en otros procesos, en otras competencias fuera del aval de la dependencia federal.
Hoy Tlaxcala enfrenta doble reto, el primero demostrar que hay un plan de trabajo, desarrollo y elevación de calidad basado en un concepto metodológico diferente, que de garantía de mejores resultados y trabajo en el rescate de disciplinas que puedan ser potencia para dar mayores resultados y salir del fondo de la tabla nacional, como fue la promesa de la titular.
Varita mágica para lograrlo no la hay, de hecho mientras no haya un cambio en las actitudes de las autoridades hacia las asociaciones y busque trabajar para unificar, seguiremos en las mismas. Sobre todo porque mientras se mantenga el revanchismo político que actualmente ha dejado relegado a deportes que fueron afines a la pasada administración, simplemente no se podrá hacer una verdadera cohesión y se perderán campos de oportunidad.
Porque al final todos buscan trabajar bajo los colores que se presenten y eso lo han demostrado a lo largo de los cambios en los partidos gobernantes y dónde cada deporte ha lidiado bajo los conceptos que trae cada instituto político, nada más que hoy existe mayor división, con el fin de creer de que los actuales administradores son la panacea en el tema de desarrollo deportivo y olvidan que llegaron gracias a una concertación política.
Por ello es necesario los compromisos, los cuales repetimos no los hay o al menos en la presentación del Programa Operativo Anual, no lo hubo. Porque al final durante este tiempo han evitado tener un verdadero trabajo de campo para ver la situación real de como se práctica el deporte en la entidad. Hay carencias, si, el Idet ha trabajo para subsanarlas, no. Por la simple y sencilla razón de que no hay mayor presupuesto para hacerlo, ante los gastos onerosos que se han hecho a otros rubros que en nada benefician a la comunidad deportiva local.
En tanto la distracción del evento mundial continua y se invierten importantes sumas, la carencia la seguirán teniendo los deportes, que no cuentan con implementos acordes a sus necesidades. Que son engañados con apoyos y al final deben de poner de sus bolsas como sucedió el año pasado y seguirán con las culpas de la falta de resultados, a las anteriores administraciones, aunque en la actualidad no haya un verdadero plan para salir del atoyadero.
Es obvio que para mejorar, se necesita invertir, en capacitación, en infraestructura e implementos acordes a las necesidades. Regidos bajo un proyecto que basado en un estudio de a conocer más carencias técnicas, de planes de entrenamiento y recursos materiales.Para partir de ahí, tener un diagnóstico y trabajar en subsanarlas de manera paulatina que demuestre en las participaciones un mayor avance.
Hoy vemos con tristeza, que a un año y meses de la llegada de la nueva administración, no se tiene avance, seguimos con los mismos deportes que mantienen resultados a la entidad y que son los que trabajan de forma independiente como el squash, ciclismo, taekwondo, etc, fuera del apoyo gubernamental. Al día de hoy, se presume tener un entrenador nacional como el caso de Abel Vargas, pero no se habla de que el trabajo al interior de la asociación que él preside es un desastre y eso ha quedado demostrado en ya no tener boxeadores que lleguen a un nacional.
Mucho menos peleadores que aspiren a estar en un proceso de preparación para eventos selectivos. Porque recordemos que en el caso de Abel, su posición que actualmente ocupa fue gracias a las relaciones que tiene con el presidente de federación, que por sus resultados. Recordar que solo contó con su garbanzo de libra con Israel Rodríguez y tras su salida, ya no tuvo la capacidad para generar a más campeones nacionales. Entonces basado en ello queda descartado el que la calidad de su trabajo le haya valido para ahora estar en las filas de los que alistan al seleccionado nacional.
Hoy se añoran los años de gloria del deporte, donde se tenía una baraja amplia de aspirantes a medalla. Hoy las esperanzas de tienen fincadas en un grupo reducido de ellos, sobre todo porque en un año no han logrado regresar a la actividad a deportes que tuvieron participación, como el caso de badminton, el mismo tiro con arco, el triatlón, entre otros. Seguimos igual que hace años y de nada sirve tener a una deportista como titular cuando no trabaja para regresar a esos tiempos.
Se ha iniciado un proceso de preparación y capacitación a los entrenadores. Pero de que servirá cuando el número de estrategas pagados por el Idet ha disminuido y no hay interés por incrementar la plantilla. No se explica entonces que harán tantos entrenadores capacitados, sino podrán desarrollar su actividad en en campo con los requerimientos mínimos. Basta ver cuántos centros de desarrollo se tiene y cuáles son los aportes que han dado. Porque en caso de que no haya lugares para que ellos desempeñen y muestren los avances que obtuvieron con la enseñanza profesional, simplemente será una simulación de hacer creer que se busca mejorar ¿o no?
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