El 30 de diciembre de 1960, en Chilpancingo, Guerrero, tuvo lugar una matanza por parte del ejercito federal en contra del movimiento estudiantil y popular que durante los tres meses previos de ese año se habían revelado en contra del gobierno ejercido por Raúl Caballero Aburto.
Guerrero se reveló como resultado del excesivo, autoritarismo y esperanzados bajo las palabras del entonces presidente Adolfo López Mateos: “Los caciques duran mientras los pueblos los toleran”.
La matanza marcaria el fin de dicho movimiento, pues el Senado de la República decretó la la desaparición de poderes en Guerrero el 3 de enero de 1961 y nombro gobernador provisional a Arturo Martínez Adame.
Dicho personaje ordeno de manera inmediata la liberación de estudiantes que se encontraban en prisión y comenzó el camino para brindar autonomía a lo que hoy se conoce como la Universidad Autónoma de Guerrero.