El pueblo gitano que conforma el territorio mexicano cuenta con pocos estudios desde el punto de vista social si se le compara con otras minorías que conforman el territorio nacional, a pesar de ello su influencia dentro del país es palpable.
Los conocidos como gitanos llegaron a México en diversas olas migratorias, pero las principales tuvieron lugar a principios del siglo XIX desde lugares como Francia, Grecia, Hungría y diversos puntos de Europa.
Al hablar de los gitanos se pueden encontrar las siguientes ramificaciones rom, calo y ludar, siendo esta última la que se considera parte vital de la raíz gitana en México, pues los ludar en su gran mayoría acostumbran vivir en casas fijas.
En su gran mayoría los gitanos mexicanos cuando no se mueven de manera constante habitan el norte de país dedicándose a actividades económicas como el espectáculo, la compra- venta, comercio, reparación de maquinaría y muchas otras.
El movimiento constante de la población gitana hace que no se tenga plena conciencia de su presencia en el estado de Tlaxcala, ya que su cultura es más notoria en lugares como Guadalajara, Jalisco, Zapopan y Veracruz.
Los gitanos y su comunidad deben su “popularidad”, mitos y clichés a su integración con los españoles y aunque muchos estudiosos aseguran que provienen de la India, lo cierto es que la procedencia exacta del pueblo gitano continúa siendo un misterio.
Lo cierto es que gracias al constante movimiento que tiene esta población tienen un acervo cultural enorme que viaja con ellos y que aportan al resto de la sociedad. Por ello cada ocho de abril se conmemora el Día Internacional del Pueblo Gitano para reconocer su papel como diseminadores de conocimiento.