Fe y devoción en Tlaxcala
Cientos de fieles se congregaron en las principales calles de la capital para acompañar la procesión que celebró la elevación de la Parroquia de San José a la dignidad de Santuario Diocesano, un acontecimiento histórico que fortalece la devoción y el arraigo religioso en Tlaxcala.
En el marco de esta celebración, se llevó a cabo la develación de una placa en honor a los Niños Mártires de Tlaxcala, ubicada a un costado del ahora Santuario. La inscripción resalta el papel de estos mártires como “Hijos de Tlaxcala, primicias de la evangelización de América”, recordando su valentía y sacrificio en la difusión del Evangelio.
Durante la ceremonia, el padre Marco Antonio Padilla Aguilar, párroco de San José y ahora rector del Santuario, destacó la importancia de este reconocimiento, afirmando que “era necesario poner un signo de fe de los Niños Mártires como un orgullo de los tlaxcaltecas. Somos tierra de mártires, y esto servirá para seguir evangelizando a Tlaxcala”.
El decreto de elevación
El decreto oficial, firmado por el obispo de Tlaxcala, Julio C. Salcedo Aquino, destaca que esta decisión responde a la arraigada devoción del pueblo tlaxcalteca por San José y su papel como intercesor en tiempos difíciles. Asimismo, resalta que este nuevo Santuario será un punto de referencia para la fe y la promoción de valores como la paz, la unidad familiar y la dignidad de la mujer, además de ser un espacio de acogida para migrantes y un lugar de oración por las vocaciones.
El decreto subraya que la designación del Santuario se da en el contexto del Año Santo de la Esperanza, como un “signo tangible de esperanza” para la comunidad católica. Además, se otorgan estatutos propios a este recinto, aprobados por un periodo de cinco años, con la finalidad de fortalecer su misión pastoral.
Con la elevación de San José a Santuario Diocesano, Tlaxcala reafirma su identidad como cuna de la evangelización y renueva su compromiso con la fe, bajo la intercesión de su nuevo patrono.