La costumbre de mojar a otras personas durante esta fecha tiene raíces antiguas.
Este sábado 19 de abril de 2025, autoridades y colectivos ambientales hacen un llamado a la ciudadanía para evitar el desperdicio de agua con motivo del Sábado de Gloria, una tradición que aún se mantiene viva en algunas comunidades de México, incluida Tlaxcala.
La costumbre de mojar a otras personas durante esta fecha tiene raíces antiguas. Se originó en la Edad Media, cuando durante la Semana Santa se observaba un estricto luto religioso, que incluía la prohibición del baño. Con la llegada del Sábado de Gloria (día previo a la celebración de la resurrección de Cristo) se permitía nuevamente el aseo, lo que derivó en la práctica de mojarse en señal de purificación y alegría. En el contexto católico, también se vincula con los bautismos masivos que se realizaban durante esta jornada.
Sin embargo, en el contexto actual de crisis hídrica, esta práctica se ha vuelto insostenible. En Tlaxcala, el problema del acceso al agua potable se ha agravado en 2025. De acuerdo con recientes reportes de autoridades ambientales, el estado enfrenta uno de los niveles más altos de estrés hídrico del país. Varias comunidades ya reportan escasez en el suministro regular de agua, lo que ha llevado a implementar tandeos y restricciones en su uso doméstico.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Tlaxcala figura entre los 15 estados con mayor riesgo de desabasto. A esto se suma la disminución de lluvias y la sobreexplotación de mantos acuíferos, lo que ha deteriorado aún más la disponibilidad de este recurso vital.
Por estas razones, se exhorta a la población a replantear las formas de celebrar el Sábado de Gloria. En lugar de recurrir a cubetazos o juegos con agua, se proponen actividades alternativas que preserven el sentido festivo y religioso sin comprometer el medio ambiente, como encuentros comunitarios, actividades culturales o actos simbólicos.
Cuidar el agua es hoy más que nunca una responsabilidad colectiva. Adaptar las tradiciones al contexto actual no solo es posible, sino necesario para garantizar el bienestar de las futuras generaciones.