Nueva exposición en el Museo de la Memoria en Tlaxcala
Con el título “Después de la tormenta: Memorias y luchas LGBT+ en Tlaxcala”, el Museo de la Memoria alberga una exposición que documenta, honra y visibiliza los avances, retrocesos y resistencias del movimiento LGBT+ en el estado. A través de fotografías, archivos legales, testimonios orales y piezas artísticas, la muestra traza una línea del tiempo que revela tanto las conquistas jurídicas como las batallas cotidianas que han marcado la historia reciente en la entidad.
La exposición parte de una premisa potente: los derechos no se otorgan, se conquistan. Tlaxcala, pese a su geografía pequeña, ha protagonizado grandes gestos de dignidad. En 2019, fue aprobada la reforma al Código Civil que permitió la rectificación de actas de nacimiento según la identidad de género. Un año después, en 2020, el Congreso local reconoció el matrimonio igualitario. Y en 2021, se tipificaron los crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género en el Código Penal.
Pero más allá de los logros jurídicos, la muestra enfatiza la dimensión emocional y cultural de estas luchas. Las salas están llenas de contrastes: altares con veladoras junto a tocadores de drag queens; fotografías de marchas multicolores junto a recortes de periódicos con discursos conservadores; testimonios de dolor entreverados con relatos de orgullo y amor.
“México es sincretismo y contradicción. Aquí conviven el danzón y el voguing, la misa y la marcha, lo ancestral y lo disruptivo”, explica la curaduría. En ese espíritu, la exposición no busca glorificar ni victimizar, sino complejizar: mostrar que el avance ha sido desigual, que la homofobia persiste, a veces incluso dentro del propio movimiento, pero que aun así —y quizá por eso mismo— el arcoíris persiste.
Una sección especial rinde homenaje a las voces indígenas y disidentes que, desde tiempos prehispánicos, han cuestionado la rigidez del género y la heteronorma. También se proyectan cortometrajes y entrevistas con activistas locales que han transformado el miedo en motor de cambio.
“Cada acta rectificada, cada boda sin permiso moral, cada salida del clóset en contextos adversos, es una grieta en el muro de la discriminación”, dice una de las frases destacadas en una de las salas.
La exposición estará abierta al público hasta agosto de 2025 y busca no solo informar, sino también provocar: invitar a la reflexión sobre lo que aún falta por conquistar, como el reconocimiento constitucional de la identidad de género o la representación política efectiva de personas LGBT+ en Tlaxcala.
Porque el arcoíris, como recuerda el cierre de la muestra, no es solo un símbolo. Es una promesa: de que después de la tormenta, siempre habrá color.
