Templos, historia, pueblos mágicos y naturaleza en el corazón del altiplano
Ubicada en el altiplano central mexicano, Tlaxcala se ha consolidado como uno de los destinos ideales para visitar en familia durante la temporada vacacional. Su cercanía con importantes ciudades como la Ciudad de México (a tan solo 120 kilómetros al oriente), Puebla (a 32 kilómetros al sur) y Veracruz (a 330 kilómetros al poniente), lo posiciona como una opción accesible, segura y rica en historia y cultura.
Tlaxcala es un estado que ofrece una experiencia integral al turismo: desde sus impresionantes templos coloniales, como la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, una de las más antiguas de América, hasta museos como el de Arte de Tlaxcala (MAT), el Museo Regional INAH y el Museo Vivo de Artes y Tradiciones Populares. Además, su zona arqueológica más representativa, Cacaxtla-Xochitécatl, permite a las familias acercarse al pasado prehispánico con murales únicos y vistas espectaculares del valle.
El estado también cuenta con infraestructura para eventos y espectáculos, como teatros, estadios y centros de convenciones que complementan la oferta cultural y recreativa para toda la familia.
Uno de sus mayores atractivos es la riqueza que resguardan sus cuatro Pueblos Mágicos: Huamantla, famoso por su tradicional “Noche que nadie duerme”, tapetes de aserrín multicolor, la Feria del Arte Efímero, la tauromaquia y el Museo Nacional del Títere.
Tlaxco, que ofrece un paisaje rural encantador con haciendas pulqueras, queserías artesanales, talleres de talla en cantera y rutas ecoturísticas. E Ixtenco, que conserva el legado de la cultura otomí y su colorido arte textil bordado a mano, además de contar con un hermoso entorno natural en las faldas del volcán La Malinche.
Tlaxcala no solo es historia y patrimonio; también es naturaleza. En temporada de lluvias y verano, los paisajes verdes, las rutas para senderismo, el avistamiento de luciérnagas en los bosques y la gastronomía local, que va desde el mole prieto hasta los tlatloyos, enriquecen la visita con experiencias multisensoriales.
Con todo esto, Tlaxcala se convierte en un sitio altamente recomendable para el turismo familiar, donde se puede combinar educación, descanso, diversión y conexión con las raíces culturales de México.