La juventud es una etapa del crecimiento humano que se distingue por el hecho de que las personas que la atraviesan cuentan con cualidades fundamentales como: el optimismo, la capacidad de adaptación, el entusiasmo, la creatividad, la búsqueda de nuevas ideas y la disposición de promover un cambio; cualidades que de ser aplicadas dentro de su entorno propiciarían una sociedad más participativa y cercana a estos valores positivos.
Sin embargo, estos grandes valores rara vez ven la luz de la mano de la juventud que los propone, pues para la mayoría de la sociedad que se desempeña en un grado de más experiencia y muchas veces por tanto de mayor edad la juventud es ignorada a causa de su falta de experiencia y del prejuicio de que existe cierta impulsividad de su parte y por tanto falta de razonamiento.
Esta forma de pensar hace que los jóvenes en muchas ocasiones no expresen ideas que podrían influir de manera positiva dentro de su entorno al considerar que serán rechazadas sin siquiera reflexionar respecto a su ejecución.
La población joven, dentro de la sociedad mexicana, es aquella que se sitúa entre los 15 y 30 años de edad, en el caso del estado de Tlaxcala hasta 2020, esta población representaba aproximadamente el 25.7 por ciento del total de individuos con los que contaba el estado, por lo que se considera que durante este periodo de tiempo Tlaxcala concentraba el 1.1 por ciento de la población joven total del país.
Mientras tanto las cifras del Consejo Nacional de Población estimaban que en 2020 México contaba con 39.2 millones de personas adolescentes y jóvenes. Dicho panorama remarca la importancia de este grupo poblacional para reducir las brechas de desigualdad, promover la movilidad social y asegurar un pleno ejercicio de los derechos humanos.
Buscando empoderar a las juventudes y convertirlos en una parte activa de la sociedad para el resto de individuos que la conforman, reconociendo sus talentos, destrezas y aptitudes cada 15 de julio tiene lugar el Día Mundial de las Habilidades de La Juventud.