Protección Civil

Punto focal

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Punto Focal

Se ha cumplido un año de aquel fatídico (de nueva cuenta) 19 de septiembre, en que por una terrible coincidencia sufrimos un terremoto de fatales consecuencias como en el año de 1985.

Para muchas personas se conserva fresco en la memoria el recuerdo, pesadilla, de ese día de la década de los ochentas en que la Ciudad de México se convirtió prácticamente en una zona de guerra con cientos de construcciones derrumbadas, muchas personas sepultadas entre los escombros, miles de heridos y muchos más muertos y desaparecidos.

Fue tanta y tan grave la tragedia que nunca conoceremos las cifras reales que arrojó ese día, entre muertos y desaparecidos, sin dejar de lado los dramas a que fueron sometidas muchas familias, las que menos, prefirieron emigrar hacia un lugar más seguro, registrándose un éxodo masivo.

En septiembre de 1985 hubo una gran  lección en materia de prevención y la cultura de la protección civil, así como en el sector de la construcción que nunca debemos (debimos) olvidar, entonces fue evidente que no estábamos preparados en muchos aspectos para hacer frente a un fenómeno natural de esa magnitud, ante la escasa capacidad de reacción que tuvieron las autoridades y las múltiples anomalías en materia de construcción que salieron a flote de entre los escombros por los distintos puntos de la ciudad, amén, claro está, de que se trató de un poderoso fenómeno natural.

Tristemente, 32 años después, se mostró que esas anomalías administrativas continuaron, con la complacencia de las autoridades, hay muchos ejemplos que aún tienen sumidas en la desesperación a un incontable número de familias, ya sea porque perdieron a un ser querido o porque perdieron su patrimonio y ahora están ante un futuro incierto, ya que las empresas constructoras no se hacen responsables, por una parte, y por otra, la incógnita de porqué pudieron construir sin las especificaciones correspondientes, ya que la normativa existe, solo falta aplicarla al pie de la letra.

Ese es un gran pendiente que se nota más en la Ciudad de México, sin embargo, está más que visto que el reglamento de construcción se debe de observar en todo el territorio nacional, ya que no se sabe cuándo se registrará  un sismo y donde.

En nuestro estado aún vemos edificios perjudicados por el movimiento telúrico, sobre todo en el caso de los templos que, generalmente, por su antigüedad, están llenos de historia y tradiciones, es penoso ver así a estos grandes edificios que engalanaban las plazas de distintas comunidades y pensar que aún no se le ve el final a las labores de reconstrucción.

En cuanto las escuelas, las autoridades educativas informaron recientemente que la atención se encuentra a un 80 por ciento, trabajos que se realizaron en coordinación con el gobierno federal para recuperar las clases en el menor tiempo posible, aunque aún se encuentran en reparación las escuelas más dañadas, como la técnica 41 de Xaloztoc, o el Cbtis 211 de Tezoquipan, ya que para Tlaxcala correspondieron 301 millones de pesos del gobierno federal para estas obras.

Debemos tener muy presente la importancia de vivir con una cultura de la protección civil, ya que es esencial para protegernos a nosotros y a nuestros seres queridos, ya que hay que hay que recordar que vivimos en una zona eminentemente sísmica con la cual debemos aprender a convivir.

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