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Para los artesanos de la pirotecnia del municipio de Xaloztoc, además de pérdidas económicas, los negocios clandestinos han creado una mala imagen al sector debido a las malas condiciones de seguridad con las que operan.
En entrevista para Síntesis, Iván Fernández Guarneros dijo que en el estado de Tlaxcala se tiene un estimado de alrededor de 60 artesanos de la pirotecnia, distribuidos en las regiones de Xaloztoc y Sanctórum principalmente.
Sin embargo, reconoció que son aproximadamente 30 negocios que operan de forma clandestina y que evidentemente no cuentan con los permisos que emite la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Coordinación Estatal de Protección Civil.
Dijo que derivado de los acontecimientos que se presentaron en zonas como Sanctórum, Ixtacuixtla y Xaloztoc, la clientela ha disminuido debido al temor de contingencias o ser sujetos de responsabilidad por la portación de artefactos elaborados a base de pólvora.
Esa situación derivó además en que la Sedena realice operativos más frecuentes –por lo menos cada quince días–, para garantizar que los polvorines o talleres de pirotecnia operen de manera adecuada y segura.
“Se vio afectado por lo que ocurrió en Xaloztoc, Sanctórum e Ixtacuixtla, el cliente está asustado. Si antes venían a comprar cinco gruesas de cohetes hoy te compran una o dos, ahorita ha estado bajo el trabajo.”
Iván Fernández Guarneros es un artesano de la pirotecnia de la región de Xaloztoc, en donde existen alrededor de siete negocios con reconocimiento de la Sedena que en su mayoría forman parte de la categoría de castillería, es decir, aquellos artefactos de gran tamaño que se prenden en celebraciones religiosas en municipios y comunidades.
Al problema de los negocios clandestinos de pirotecnia, se suman las bajas ventas que tuvo el sector durante los primeros meses del año, en los que no han registrado ganancias extraordinarias.
Recordó que si bien en la temporada de marzo y abril se regularizará en cierto porcentaje la vendimia de pirotecnia, siguen siendo los meses de septiembre y diciembre los de mayor comercialización tanto de cohetería como de castillería.