Con la instalación de dos altares monumentales en la plaza de armas Fray Juan de Alameda, Huejotzingo se alista para concluir sus actividades de semana santa con el viacrucis del viernes, que es encabezado por las seis imágenes religiosas más veneradas del municipio y tiene una participación de más de 15 mil feligreses, informó el director de cultura, Pablo Méndez Teyssier.
Durante una semana, los artesanos e integrantes de las comisiones responsables de las imágenes trabajan en la colocación de los dos altares en honor al Señor de las Tres Caídas y el Señor del Dulce Nombre, imágenes con las que en Huejotzingo se inició la tradición de la colocación de altares monumentales en 1906.
Durante la cuaresma, 36 familias colocaron un igual número de altares monumentales en sus domicilios para recibir a alguna de las seis imágenes y en muchos casos esperaron hasta tres décadas para que la visita se consolidara debido a que son muy demandadas porque se consideran bastante milagrosas, recordó el funcionario.
Recalcó que los costos de cada altar van desde los 40 mil hasta los 150 mil pesos y son artesanos o también denominados “altareros” del municipio los responsables de realizar “el cuadro” en donde se escenifica alguno de los pasajes bíblicos.
Cada uno de los seis domingos de la cuaresma hubo un igual número de altares montados en distintos domicilios y se estima que llegaron aproximadamente 20 mil visitantes cada fin de semana dado que en cada altar se realizó misa dominical, añadió el funcionario.
Por lo anterior Méndez Teyssier señaló que los dos altares principales que están disponibles al público desde este jueves cierran una temporada más de una tradición que tiene 110 años de antigüedad y es una de las más importantes en Huejotzingo.
Manifestó que el viacrucis recorre siete kilómetros y medio de calles adornadas con alfombras de aserrín que diseñan los propios vecinos, pasa por cada uno de los cuatro barrios de la cabecera municipal y finalmente llega a la plaza de armas Fray Juan de Alameda en donde se realizan los oficios de las siete palabras y por la noche tiene lugar la procesión del silencio en donde participan casi cinco mil personas, principalmente mujeres.