El presidente Enrique Peña Nieto aprovechó el primer evento de la Semana realizado el lunes para capitalizar la detención de Javier Duarte.

El presidente siguió el manual del ejercicio del poder, se apegó al guión y utilizó sus recursos para enviar el mensaje social y político.

Fue en la toma de protesta a la nueva dirigencia del Congreso del Trabajo, en que hizo referencia a las detenciones recientes que se han hecho a los dos exgobernadores Tomás Yarrington y Javier Duarte.

«Es claro, y creo que hoy todos quienes estamos en el servicio público asumimos la demanda sentida que hay entre la sociedad mexicana y entre la sociedad mundial, de demandar del servicio público, invariablemente, integridad, probidad y honestidad, como diariamente lo hacen, y hay que reconocerlo y hay que decirlo, millones de mexicanos», aseguró el presidente.

En breve conoceremos el impacto en dos datos: el nivel de aprobación del presidente y la intención de voto de Alfredo del Mazo en el Edomex.

Andrés Manuel López Obrador identificó -tardíamente, por cierto- que las filtraciones de apoyo de Javier Duarte a su partido será utilizado para pegarle directamente, ante lo cual desacreditó el éxito de la PGR.

Considero, sin embargo, que el cúmulo de hechos por venir sí servirán al PRI, al gobierno de Peña Nieto y a Miguel Ángel Yunes, quien legítima su campaña contra Duarte.

Ya lo veremos, porque quien pierde en esta acción, sin duda alguna, es Morena, a quien le quitan una bandera discursiva de campaña en el Estado de México y en el 2018.

Al tiempo. Gracias y nos leemos en Twiiter en @erickbecerra1