La política mexicana se movió en décadas gastando pólvora en infiernitos. Las campañas eran divertidas y el candidato amarrado al triunfo, paseaba su mirada en las multitudes que lo vitoreaban.

Su discurso, preparado por un buen escritor, provocaba aplausos cuando le daba la gana. Coser y cantar. ¡Aleluya, aleluya, que cada quien agarre la suya!, Filas de camiones acarreaban a hombres y mujeres del campo, porque con una torta y un refresco bastaba para tenerlos contentos. Jamás olvidaré el comentario de Luis Donaldo Colosio, cansado, agotado, hastiado de la campaña. –Si gano la presidencia,  dentro de seis años las campañas serán por radio y televisión y pocas visitas a las capitales….-Lo veo cansado, Luis Donaldo….-Y lo estoy y viajo a Tlaxcala. Las campañas son largas, costosas…y peligrosas…-Peligrosas, me lo repetí.  Luis Donaldo luchaba contra los que se quedaron  a la mitad del camino en la elección del candidato. Su discurso en el aniversario del PRI caló hondo. Le preguntaron si el presidente Salinas de Gortari conoció el texto y si lo aprobó. ¡Lo tuvo ante sus ojos y se guardó el comentario! Quizá eso lo empujó a meterse entre la gente y que ninguna mano quedara sin apretar las suyas. La tarde del 23 de marzo el candidato se abría paso cuando una mano criminal, de Aburto, le disparó en la cabeza, muriendo en la noche, ante la sorpresa y pesar de millones de mexicanos. Horas más tarde surgieron las primeras hipótesis estúpidas, culpando a Salinas del atentado. No se les ocurrió pensar que si era verdad, los agentes que cuidaban a Colosio hubieran matado al asesino, en una reacción natural.

…Y TODO EMPEZÓ A CAMBIAR

Ernesto Zedillo fue elegido por Salinas como candidato sustituto, pero todo empezó a cambiar. Seis años después Vicente Fox le arrebató al PRI la presidencia y aunque no sacó a patadas a los priistas de Los Pinos, se regodeó con el premio entregado por un pueblo aburrido y enojado con el partido tricolor. En el siguiente sexenio, López Obrador puso a temblar a sectores privados pudientes, que se las arreglaron para lanzar una campaña infame contra El Peje, abriéndole el camino a Felipe Calderón para asumir el cargo que honra a cualquier mexicano. El cambio se volvió jolgorio y Fox respaldó a Peña Nieto contra Josefina Vázquez Mota, su compañera de partido.

Por un fenómeno que dicta el tiempo, por primera vez en la historia 13 exgobernadores están con la soga al cuello. Javier Duarte, sin vergüenza número 1. Yarrington fue apresado en Italia. Miles de millones de dólares han sido robados al pueblo mexicano y la indignación se pasea a lo largo y ancho del país. Las elecciones del Estado de México provocan temor. Antenoche vi en la TV el video de un joven, revolucionario, persiguiendo al candidato Del Mazo con insultos, llamándole ratero y cómplice de Duarte. ¿Quién eres? le preguntaron. –Soy un joven que hará justicia y buen gobierno, en lugar del ladrón protegido por sus guardias. ¿Con qué el jovenazo logrará el cambio? Tanta irreflexión me provoca temor, porque estamos viviendo cosas nunca vistas. Las acusaciones van de un candidato a otro, sin pruebas. Uno enjuicia y otro contesta. ¿Con qué animo vamos a llegar a las elecciones del año próximo? No lo sé, pero me preocupa.