Esta semana, pintaba para ser la más importante en la vida de una amiga. Finalmente, tras casi treinta años de soportar violencia familiar por parte de su marido, había tomado la difícil decisión de denunciarlo ante las autoridades correspondientes y de solicitar su desalojo de la casa.
Con el apoyo de sus hijos, quienes han sido testigos de las agresiones de su padre hacia su madre, mi amiga ya le tenía preparadas las maletas al señor.
Pero ¡Oh sorpresa! ¿Qué creen qué pasó? Que los señores funcionarios encargados de su caso, metieron la pata a la hora de integrar su denuncia y anotaron mal los datos de la dirección de la casa de mi amiga, por lo que le comunicaron atentamente que tenían que posponer la diligencia.
Imagínense la impotencia de mi amiga quien ya estaba preparada emocionalmente para el momento que tanto había entre anhelado y temido durante tanto tiempo; para colmo, le dicen que debe volver a acudir a realizar sus trámites y que su cita es para la siguiente semana.
Es increíble que si las instancias de gobierno han estado reforzando sus campañas de promoción de los lugares a donde las mujeres violentadas pueden acudir en busca de ayuda o para interponer una denuncia pasen este tipo de cosas, que en lugar de contribuir a que las mujeres decidan denunciar les quita la intención, porque aparte de que cometen estos errores, los y las funcionarias las tratan mal, como si ellas fueran las agresoras, como si fueran unas delincuentes; este ha sido el sentir de varias conocidas y amigas quienes así me lo han expresado.
Según los spots del gobierno, las mujeres que acudan por ayuda serán debidamente atendidas, escuchadas, tratadas y asesoradas, pero en la práctica he visto que no es así, que las cosas continúan igual que con el anterior sistema penal. Y es que aunque cambien de sistema, mientras los empleados no modifiquen su modo de tratar a las personas, la situación de mala atención se mantendrá.
Es cierto que se dan casos en que las mujeres a la mera hora se retractan de su intención de denunciar a sus parejas aunque las hayan dejado casi muertas en la última golpiza y que se compadecen aún de ellos, pero no por esto los funcionarios deben asumir una actitud de indiferencia ante los nuevos casos que les llegan, que es como suelen actuar.
Nadie dice que sea fácil su trabajo; sin duda, ver y oír los relatos de la violencia padecida por tantas mujeres ha de hacer mella en el actuar de los empleados, pero en vez de ponerse un caparazón para que no les afecte, deberían de ir generando mayor empatía con el tiempo.
Ojalá y las autoridades correspondientes pongan el dedo en el renglón en cuanto a errores como el que les narré así como en la actitud de los funcionarios, para que en verdad tengan éxito sus campañas y más mujeres acudan a denunciar.
En otro tema, esta semana se llevó a cabo en Puebla en el Centro de Convenciones el foro, “Porque Soy Mujer”. Tuvo una duración de tres días y la participación de diversos ponentes.
El objetivo del foro fue traer a las poblanas herramientas que les servirán en diversos aspectos de sus vidas, como adquirir una mayor seguridad y autoestima, decidirse a emprender un negocio, tomar las riendas de su vida y sentirse empoderadas. Asimismo, buscó hacer ver a las mujeres que su participación en la vida política del país es de gran importancia por lo que se abordaron temas de democracia y equidad de género desde el ámbito político, con el fin de aumentar el número de mujeres votantes en los siguientes procesos electorales.
Me parece un gran acierto la realización de este tipo de foros, pero al tener un costo algo elevado para la mayoría de las mujeres, acudir se vuelve un poco complicado, más en estos tiempos duros en la economía mexicana desde el aumento de la gasolina, así que se me ocurre que los gobiernos deberían tomar la idea de este foro para crear uno o varios con un costo accesible o con facilidades de pago, becas, etc., con el fin de que las mujeres con pocos ingresos también puedan ser partícipes de estos eventos. Si más mujeres tienen los elementos para salir adelante mejorará la situación social de nuestro estado así como la económica, porque qué mejor que el conocimiento para romper con las cadenas de la violencia y qué mejor que un trabajo justamente remunerado para sentirse satisfechas de la vida y poder reactivar entre todas y todos la economía de Puebla.
Nos leemos el próximo domingo.
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