Personal de la Secretaría General de Gobierno (SGG) se encuentra en la comunidad Chicahuaxtla, perteneciente al municipio de Tlaola, para dialogar con los habitantes y convencerlos de que dejen sus viviendas ubicadas en zona de riesgo y se muden a otro lugar.
En 2016 esa región del estado fue azotada por las lluvias de la tormenta tropical Earl, dejando un saldo de 10 personas muertas, razón por la que el gobierno estatal busca evitar una tragedia más.
Así lo planteó el jefe del gabinete estatal, Diódoro Carrasco Altamirano, al señalar que cumplir con este objetivo es difícil, ya que las familias se niegan a dejar sus casas y sus pertenencias, y optan por quedarse a pesar de que su vida está en peligro.
«No es un asunto sencillo reubicar población porque implica no solamente un tema físico y monetario, que puede ser lo de menos, empieza todo un asunto cultural, es muy difícil hacer reubicaciones de poblaciones completas», expuso.
Por ello, el funcionario estatal aclaró que no existe una fecha específica para la reubicación de las familias de Chicahuaxtla. Aunque el plan de la administración estatal es derrumbar el total de las casas afectadas para evitar que vuelvan a ser ocupadas.