La vida familiar, escolar y política de Benito Juárez fueron abordadas en la conferencia magistral “El Legado del Presidente Juárez” que Patricia Galeana, directora general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) impartió, la tarde del miércoles 12 de julio, en el “Coloquio Sesquicentenario El Triunfo de la República en 1867”.
El INEHRM organizó este evento con el objetivo de conmemorar los 150 años de la entrada triunfal del presidente Benito Juárez a la Ciudad de México, que se celebra este 15 de julio.
Esta entrada se realizó después de cuatro años de ausencia provocada por la Intervención Francesa y el Segundo Imperio Mexicano, cuando Juárez retornó a la capital del país un par de semanas después de que las tropas liberales, al mando de Porfirio Díaz, derrotaran a los conservadores y a los últimos escuadrones de soldados franceses que permanecían en la ciudad.
Este evento es importante porque el regreso de Juárez provocó un giro de rumbo importante en la política del país: la opción monárquica, que tenía abundantes partidarios desde la Independencia, queda completamente relegada frente al sistema político republicano y laico. Además, de acuerdo a los especialistas, el triunfo de la república se puede calificar como una segunda independencia de México.
En “El Legado del Presidente Juárez”, Patricia Galeana detalló que Benito Juárez fue un personaje que pudo encabezar al gobierno de la República en el momento más difícil de su historia.
“Imagínense ustedes un país que estuvo primero en guerra civil y que se continuó con una ocupación extranjera. Esto ha sido único en la historia de México, en la etapa independiente es la ocupación más larga que ha sufrido nuestro país. Juárez logró llegar a buen puerto y México no se convirtió, ni en un protectorado francés ni en uno estadounidense”.
Respecto a la vida familiar de Benito Juárez, la doctora en Estudios Latinoamericanos comentó que nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, que no conoció a sus padres y que fueron sus abuelos paternos -que pertenecían a la nación zapoteca- quienes lo educaron.
“Tuvo una juventud como todos los niños indígenas en una zona rural y empezó a aprender el español a los 12 años, cuando fue a la ciudad de Oaxaca a emplearse como sirviente y también va a tener muchos sufrimientos si bien logra tener una relación maravillosa con su esposa Margarita”.
De su vida escolar, la catedrática en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM comentó que logró entrar al Instituto de Ciencias y Artes, se formó como abogado, cuya tesis fue sobre el régimen de propiedad, y que también fue maestro de derecho romano, canónico y civil, de física experimental, y, finalmente, director del instituto.
“Él escribió que era difícil, para la gente de las comunidades indígenas y pobres, estudiar cualquier otra cosa que no fuera ser cura, pero que él no tenía vocación para serlo. También que ingresó en la masonería y entró al Rito Nacional Mexicano con el seudónimo de Guillermo Tell”.
De su vida pública, la presidenta de la Comisión de Historia del Instituto Panamericano de Geografía e Historia explicó que es muy interesante porque pasó por todos los poderes y niveles de gobierno: fue regidor, diputado local y federal, magistrado, juez de primera instancia, secretario de gobierno, de instrucción y de negocios eclesiásticos, ministro de gobernación y hasta presidente de la suprema corte.
La autora de 13 libros, entre otros, México y su Historia, ¿Monarquía o República? y José María Lafragua: Intelectual y Político también conversó respecto a la creación de la famosa “Ley Juárez”.
“Él hizo la primera ley, yo le he llamado reformista, para distinguirla de las Leyes de Reforma. Estas fueron leyes moderadas que se dan antes de la Constitución de 1957. La ley es la primera reforma que se hace a la administración de justicia y fue la chispa que desató la rebelión.
“Pretendía la igualdad de derechos de los mexicanos desnivelada por los soberanos y quitaba a los tribunales, eclesiástico y militar, la facultad de ventilar delitos del orden común”.
La coautora de 51 publicaciones, entre ellas: Maximiliano como liberal y como conservador de México a Miramar también habló de sucesos trascendentes para comprender la vida política de Benito Juárez como Las Leyes de Reforma que promulgó en 1959, en Veracruz, La Batalla de Puebla (1862), el Tratado de Miramar (1864) y La Toma de Querétaro (1867).
Finalmente, Patricia Galeana compartió que Benito Juárez murió de angina de pecho, el 18 de julio de 1872, y también abordó parte de las aportaciones que realizó a la política mexicana.
“Gracias al triunfo de la reforma liberal, las mujeres tienen acceso a una educación parecida a la de los hombres en donde se les va a enseñar historia, geografía, matemáticas y no sólo las labores de cocinar y bordar.
“La Doctrina Juárez es uno de sus grandes legados. Es un hombre que se convierte en símbolo de la defensa de la soberanía nacional, por esa razón el congreso de Colombia declara que merece el Bien de América y el de República Dominicana lo declara Benemérito. Además, en Argentina hay una población que lleva su nombre”.
La especialista agregó que gracias a Juárez se estableció el principio de igualdad de los estados, de no intervención, de autodeterminación, y de solución pacífica de los conflictos, principios que retoma en su política Venustiano Carranza.
“Juárez también se convierte en el defensor del estado laico sin el cual no puede haber democracia posible. Por eso, a 150 años del triunfo de la República estamos hablando de Juárez, el gran estadista de México que logró la consolidación del estado nacional mexicano”.
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— José Alfredo Cid Mry (@jalfredocidmry) 14 de julio de 2017
Información: Secretaría de Cultura