El presidente Nicolás Maduro pidió el lunes a la Asamblea Constituyente que investigue a la oposición por supuestamente respaldar la amenaza del presidente Donald Trump a Venezuela la semana pasada.

La alianza opositora “sacó ayer un comunicado miserable justificando la amenaza de Donald Trump contra Venezuela, no dicen ni una sola palabra para defender el derecho a la paz de esta tierra sagrada”, dijo Maduro en una alocución ante miles de sus seguidores, que marcharon en Caracas en rechazo a las advertencias del mandatario estadounidense sobre una “opción militar” en Venezuela.

La Mesa de la Unidad Democrática, una coalición de casi tres decenas de partidos opositores, rechazó la víspera en un comunicado “el uso de la fuerza, o la amenaza de aplicar la misma, por parte de cualquier país” sin mencionar directamente a Estados Unidos. Fue el primer comentario de líderes opositores luego de dos días desde la declaración de Trump.

Para la oposición no es una tarea sencilla criticar abiertamente a Trump en momentos en que piden a gritos el respaldo de gobiernos extranjeros para que ejerzan presión sobre Maduro. No hubo comentarios inmediatos de líderes opositores.

La Constituyente se ha declarado con poderes sobre todas las demás instituciones gubernamentales, incluida la Asamblea Nacional, dominada por la oposición, y se ha atribuido facultades judiciales y penales mediante la llamada Comisión de la Verdad. Sus miembros han prometido castigar a los líderes opositores que promuevan las protestas contra Maduro.

“Si no se presentan por las buenas, irlos a buscar y ponerles los ganchos (atraparlos)“, indicó Maduro al insistir sobre la necesidad de que se presenten todos los que convocaron las protestas en su contra. El mandatario además acusó a estos opositores de “justificar una intervención gringa” en Venezuela.

Las declaraciones que el presidente realizó el lunes fueron las primeras emitidas sobre los polémicos comentarios de Trump. El venezolano incluso se mantuvo en silencio cuando el vicepresidente estadounidense Mike Pence aumentó el domingo la presión sobre su asediado gobierno socialista durante una visita a Colombia.

La declaración de Trump la semana pasada inquietó a líderes en la región, como el presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien ante Pence expresó su desacuerdo con una acción bélica.

Muchos venezolanos y la comunidad internacional temen que Maduro —apoyado por la Asamblea Constituyente, que busca reescribir la carta magna y que está integrada por sus partidarios— transforme el sistema político y económico venezolano para convertirlo en un sistema autoritario.

La popularidad de Maduro ha caído en medio de una severa crisis económica, una inflación de tres dígitos y una amplia escasez de productos básicos. Recientes encuestas privadas señalaron que su gobierno tiene 17% de apoyo mientras que 80% lo rechaza.

Previamente, el ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, afirmó que la declaración del mandatario estadounidense deja en evidencia que está en riesgo “la supervivencia del Estado” venezolano y también criticó la postura “ambigua” de los opositores.

“El imperio norteamericano se ha quitado la careta para ir ya por la intervención militar”, dijo Padrino López en una declaración televisada. Afirmó que no puede haber posturas ambiguas de la oposición política venezolana.

Los críticos de Maduro han saludado las sanciones impuestas por Washington a más de 30 funcionarios venezolanos, entre ellos al propio Maduro. Muchas de esas sanciones están vinculadas con acusaciones de violaciones de los derechos humanos durante los últimos cuatro meses de protestas antigubernamentales que han dejado al menos 122 muertos y casi 2.000 heridos.

Los partidarios de Maduro, por su parte, prometen enfrentar cualquier agresión extranjera.

“Trump no te metas con Venezuela, aquí está un pueblo dispuesto a luchar, a defender su soberanía. Maduro no está sólo”, dijo a The Associated Pres Cristina Parra, de 62 años, una de las miles partidarias del gobierno que participaron en la caminata de casi cinco kilómetros hacia el palacio presidencial.