Los fuertes incendios forestales en la región vinícola de California han dejado un saldo de por lo menos 21 muertos y la destrucción de 2 mil hogares y negocios. Las casas han desaparecido, sólo quedan las chimeneas de ladrillo y lavadoras carbonizadas que recuerdan que esos sitios alguna vez fueron hogares familiares.

La temperatura de los incendios forestales ha sido tan alta que derritieron los vidrios y rines de los automóviles, y dejaron a muchos vehículos posados sólo sobre sus ejes de acero. En un camino de entrada de una casa el tablero de cristal de un aro de basquetbol se derritió, goteó y solidificó como hielo desfigurado.

Los nuevos residentes sin hogar del norte de California hicieron un balance de sus vidas destrozadas el martes, mientras seguían ardiendo las llamas. Cientos de bomberos se unieron a la batalla contra las poderosas llamas.

“Esta es devastación pura, nos tomará un rato salir y revisar todo esto”, dijo Ken Pimlott, jefe del Departamento Forestal y de Protección de Incendios de California. Indicó que el estado tenía en el horizonte “varios días de condiciones meteorológicas que favorecen los incendios”.

Los incendios forestales ya figuran entre los cinco más letales en la historia del estado, y los funcionarios prevén que el número de muertes aumente a medida que se esclarezca la magnitud de los daños. Al menos 185 personas resultaron heridas por las llamas que comenzaron a arder el domingo por la noche y casi 200 estaban desaparecidas tan sólo en el condado de Sonoma.

A través de siete condados, 17 incendios forestales ardían con intensidad. Equipos de bomberos y otros recursos se apresuraron a llegar desde otras partes del estado y de Nevada.

Más de 240 miembros de la Guardia Nacional de California ayudaron a transportar combustible para los rescatistas debido a que muchas gasolineras se habían quedado sin electricidad. Los miembros de la guardia también ayudaron en las evacuaciones médicas y con la seguridad en los centros de evacuación, de acuerdo con el mayor general David Baldwin.

Además de cortar la electricidad, las llamas dañaron o en algunos casos destruyeron 77 sitios celulares, interrumpiendo los servicios de comunicación que los funcionarios se apresuraban a restaurar, dijo Mark Ghilarducci, director de Operaciones de Emergencia.