Los gobernantes de la Unión Europea (UE) están invitados a reabrir el debate sobre la política migratoria a fin de prevenir nuevas crisis, tras la constatación de que ha sido “ineficaz” la estrategia de repartir refugiados entre los 28 países europeos.

Luego de meses enfrentando la oposición de los países del Este, principalmente Hungría y Polonia, a la imposición de cuotas de acogida de migrantes, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, terminó por doblegarse.

“El tema de la cuotas obligatorias se ha probado altamente divisorio y la estrategia ha recibido atención desproporcionada con respecto a su impacto sobre el terreno. En ese sentido, resultó ser ineficaz”, admitió en una carta enviada a las capitales europeas a vísperas de la cumbre.

No obstante, aunque el peor de la crisis iniciada en el verano de 2015 ha quedado atrás, Tusk advierte de que la situación puede repetirse y que la UE debe “categóricamente” fortalecer su política migratoria para estar lista ante de tal eventualidad.

“Pese a nuestros esfuerzos, los traficantes (de personas) estás trabajando energéticamente para explotar nuevas vulnerabilidades en nuestras fronteras”, afirma.

Reunidos en Bruselas para su última cumbre del año, que empieza este jueves y concluye mañana viernes, Tusk quiere que los Veintiocho “analicen qué funcionó y no funcionó en los últimos dos años” en materia de política migratoria y “saquen las lecciones necesarias”.

No se tomarán decisiones inmediatamente, sino que el debate deberá conducir a nuevas medidas, más consensuadas, en junio de 2018.

Tusk estableció algunas líneas maestras para el trabajo: los principios de responsabilidad y solidaridad deben guiar la nueva estrategia, que debe tener como punto principal la protección de las fronteras externas europeas y la prevención de llegadas masivas de migrantes.

“Ningún país miembro puede enfrentar sólo ese desafío común, pero acciones decisivas de países líderes apoyados por la UE y la asistencia de otros países se ha mostrado eficaz en parar los flujos ilegales hacia Europa”, sostuvo en la carta enviada los jefes de Estado y de gobierno europeos.

El presidente del Consejo propone como camino a seguir la ampliación de mecanismos de financiación a largo plazo, como el Fondo Fiduciario para África, la creación de un instrumento financiero específico para la lucha contra la inmigración ilegal y la continuidad de los acuerdos bilaterales de cooperación con los países de origen y tránsito de migrantes ilegales.

También urge a revisar el concepto de país de origen seguro con el fin de permitir más expulsiones de sin papeles.