Cortar la noche del 5 de enero de cada año la Rosca de Reyes, pan en cuyo interior se encuentran figuras representativas del niño Jesús, se ha vuelto una tradición muy arraigada en México, que une a las familias, a lo cual las panaderías del país han sabido dar respuesta.
En los centros donde se procesa y vende el producto se elaboran roscas en diferentes tamaños y modalidades, desde individuales hasta familiares y especiales, lo mismo que con rellenos diferentes, cubiertas variadas y sabores extras.
La Rosca de Reyes es un pan en el que se invierte un tiempo de proceso de más de 30 horas, explicó Ana Beatriz Castañón, responsable de Comunicación de la Panificadora Virgen del Camino, quien agregó en entrevista con Notimex que los primeros ingredientes que se ocupan son harina, huevo, leche, levadura.
A los anteriores se agregan mantequilla, naranja, agua de azahar, frutos y distintos tipos de azúcar, algunos de los cuales son utilizados para el decorado, que es tanto del tipo glas como del refinado, dijo.
“Es el mejor biscocho que se va a comer en la vida, el biscocho mexicano y la reina de los biscochos es la rosca, que para estar aquí en el aparador a la venta es que ya pasaron 38 horas entre la (formación de la) masa, la elaboración, los reposos y el horneado; para que llegue aquí lleva tiempo, pues las buenas cosas llevan tiempo”, aseveró con la seguridad de quien tiene años de experiencia en la materia.
Al abundar sobre el largo proceso de elaboración de este pan, detalló que en primero lugar está la elaboración de la masa, a la que se le deja reposar entre 24 a 38 horas, a lo que se sigue la elaboración de los tantos, o cortes por peso para elaborar las piezas.
Enseguida a estos tantos se les lamina, arma (da forma) y se les deja reposar de nuevo, para que vuelva a crecer el volumen de la masa; entonces empieza la decoración de cada rosca, tras lo cual se les vuelde a dejar crecer, y después se les termina de decorar.
Posteriormente se vuelve a dejar crecer el cuerpo de cada pieza, se les pone azúcar y vuelven al reposo, para ahora sí entrar al horno de la panadería, abundó Ana Beatriz Castañón.
“En el horno se les deja entre unos 50 minutos a una hora, que en total estamos hablando de unas 38 horas, y tenemos desde la rosca individual hasta unas grandes”, detalló.
Abundó que la individual es aquella para una persona, que en general es el mismo que acude a comprar la rosca y que se la va comiendo en el camino.
Esta persona, acotó con conocimiento de causa, de esta forma prueba la calidad del producto, la receta del pan, que en el caso de Virgen del Camino es la misma que se sigue desde hace 60 años.
También hay roscas para tres, cinco, 10, 15, 20 y 30 personas, cuyos precios fluctúan de los 100 a los 250 pesos, y especiales, que son, por ejemplo, la monumental que se elabora para regalar en el Zócalo de la Ciudad de México, actividad que en 2018 cumple 19 años realizándose.
Al respecto, adelantó que este año la Rosca de Reyes será de mil 400 metros de largo, con un peso de nueve toneladas, y “nosotros participamos con más del 30 por ciento” de ella.
Respecto a los elementos simbólicos de este pan, además de las figuras del niño Jesus, elaboradas en diferentes materiales, aunque lo más común es que sean de plástico, expuso que las frutas que se colocan encina de cada pieza son los regalos que los Reyes Magos llevaron al llamado hijo de Dios.
“La parte del corte de rosca es fundamental, es una forma de decir vamos a seguir unidos, vamos a seguir compartiendo, vamos a seguir en fiesta, y de acuerdo al tamaño de la rosa es el número de muñecos”, concluyó Castañón.