Un juez de EU fijó hoy para el 20 de abril una nueva audiencia para evaluar el caso de la ex diputada mexicana Lucero Guadalupe Sánchez López, conocida como “Chapodiputada“ por su supuesta relación con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y acusada de tráfico de drogas.

El juez Rudolph Contreras, de la Corte del Distrito de Columbia, calificó hoy el caso como “complejo” y accedió a la petición de la acusación y defensa para celebrar una nueva vista el 20 de abril.

La vista duró poco más de diez minutos y, en ella, se repitió el mismo esquema visto hasta ahora: la defensa y la acusación hablan en privado con el magistrado y deciden seguir adelante con sus deliberaciones, mientras posponen el inicio del juicio.

En la audiencia de hoy, la “Chapodiputada” apareció en la sala con un mono carcelario de color naranja, un evidente tic nervioso en la cara y una larga cabellera teñida también de naranja.

Hizo uso de la traducción simultánea al español para seguir la audiencia y habló solo en una ocasión para, en inglés, decir “sí” cuando el juez le preguntó sobre su consentimiento para proceder con un juicio rápido, cuya fecha de inicio aún no se ha fijado.

Desde el comienzo del proceso judicial, en julio de 2017, los abogados han pospuesto las audiencias en varias ocasiones porque existe la posibilidad de que la defensa y la acusación alcancen un acuerdo antes del juicio, tal y como reconoció el juez Contreras en una de las vistas anteriores.

Sánchez López fue detenida a finales de junio por las autoridades migratorias estadounidenses cuando trató de ingresar desde Tijuana a San Diego (California), donde pretendía pedir asilo político.

Los problemas de Sánchez López con la Justicia empezaron mucho antes, en 2014, cuando visitó al “Chapo” en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, de la que luego el capo escapó.

Un año antes de su visita a la cárcel, en 2013, Sánchez López había sido elegida con solo 24 años y sin apenas experiencia política previa como la diputada más joven del Congreso del Estado de Sinaloa por una coalición liderada por el Partido Acción Nacional (PAN).

Su proceso camina ahora en paralelo al del “Chapo”, que fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2017 y enfrenta un juicio por narcotráfico en Nueva York.