El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cumplió ayer una semana en la prisión de Curitiba (sur) y la izquierda sigue sin definir cómo encarar el proceso para las elecciones de octubre, que parece marcado más por la justicia que por la política.
Cientos de personas le manifestaron a distancia su apoyo desde el campamento “Lula Libre”.
La solidaridad con el exmandatario también fue expresada en Río de Janeiro donde decenas de personas sostuvieron una pancarta en la que se leía “Free Lula” frente al Cristo Redentor.
Lula está incomodando, porque no es una figura normal, sino que es el mayor líder popular que el país ha tenido en su historia”, declaró la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.
También reiteró que, a pesar de su situación judicial, Lula sigue siendo el candidato del PT para las elecciones presidenciales del próximo octubre. “Es nuestro candidato por un motivo muy simple: es inocente”, subrayó Hoffman.
A su vez, algunos sectores defienden una candidatura única de izquierdas, que podría ser encabezada por el candidato del Partido Democrático Laborista (PDT), Ciro Gomes, con el petista Fernando Haddad, uno de los hombres más cercanos a Lula, como compañero de fórmula.