El presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra británica, Theresa May, urgieron hoy a la comunidad internacional a fortalecer la prohibición de las armas químicas.

Con motivo del 21 aniversario de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas, y después de los acontecimientos de Douma y Salisbury, Theresa May y yo hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para fortalecer la prohibición de estas armas de destrucción masiva”, escribió el mandatario galo en su cuenta de la red social Twitter.

Macron se refiere al supuesto ataque con armas químicas contra la población civil de la ciudad siria de Douma, atribuido al régimen de Bachar al Assad, y al envenenamiento de un exespía ruso en la localidad británica de Salisbury, del que Londres acusa a Rusia.

Emmanuel Macron y yo reafirmamos nuestro compromiso con el acuerdo y llamamos a las demás naciones a sumarse a nuestra postura firme: nunca deberíamos volver atrás”, escribió May en la misma red social.

La convención internacional entró en vigor el 29 de abril de 1997, en contra del uso, desarrollo, producción y almacenamiento de armas de destrucción masiva.

Su implementación es supervisada por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que reúne a 192 países.