Los palestinos en Gaza padecen las peores condiciones de vida del mundo, no únicamente por la precariedad de los hospitales y el cúmulo constante de heridos, igualmente por la parte alimentaria, afirmó Raquel Martí, directora Ejecutiva de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA).

Hace unos días hablé vía telefónica con Martí y tuvo a bien explicar a esta columnista que, desde marzo pasado, se contabilizan 12 mil 500 heridos porque la gente ha salido desde entonces a protestar por el cambio de la embajada norteamericana; en los hospitales “hay muchísimos heridos de bala y otros debido a los drones con gases lacrimógenos”.

“Falta el 27% de los medicamente básicos… los centros hospitalarios están recibiendo de media a dos mil personas heridas diarias; además, Israel suministra a Gaza de dos a cuatro horas cotidianas de electricidad entonces cirugías por una herida de bala en una pierna terminan con una amputación; muchos jóvenes están siendo heridos en ambas piernas cerca de las rodillas en zonas bastante delicadas de reconstruir”, afirmó Martí.

En todos los sentidos la crisis es real: hace setenta años unos 700 mil palestinos salieron de sus tierras, rumbo al 2020 se trata de 5.3 millones de palestinos; al menos 2 millones viven en Gaza, otros en Cisjordania y dispersos en Líbano, Siria y Jordania.

Precisamente el organismo que dirige Martí, les atiende en 58 campos de refugiados diseminados en los países arriba mencionados, la UNRWA tiene esa delicada misión.

¿Qué ha pasado con la tradicional aportación norteamericana a la UNRWA? “Un día el presidente Trump tuiteó “si son desagradecidos los palestinos porqué vamos a seguir financiándolos”, y sin más, cortó la aportación anual de Estados Unidos al problema humanitario palestino que pasó de 380 millones de dólares a 60 millones a partir de este año; el resto del dinero lo congeló… se trata del principal donante y con ese dinero se sostienen escuelas, centros hospitalarios, se proporciona ayuda para alimentos”.

¿Cuál es la situación real en Gaza? “La de una muy grave crisis humanitaria que se agravará después de 2020 como lo ha dicho recientemente la ONU; hay que tomar en cuenta que Israel lo controla todo: el suministro de agua, de luz, las costas, es decir, todo por tierra, mar y aire; y además está en un bloqueo permanente, los palestinos están imposibilitados de salir, imposibilitados de comerciar hacia al exterior y de comprar suministros”.

La Franja, como se le conoce, prácticamente está convertida en un gran gueto, un hervidero denso de gente que no puede salir de la ciudad dado que está perimetralmente vallada y los dos pasos fronterizos están cerrados, al norte con Egipto y al sur con Israel.

¿Los jóvenes en esta nueva generación Millennial cómo lo llevan? “Muy mal, el 65% de los jóvenes en Gaza está en paro y el 85% de las chicas; tenemos una de las más altas tasas de suicidio entre los jóvenes a nivel mundial”.

Para mayor complicación, desde 2006, ha recrudecido la tensión en Gaza debido a que Hamás se encuentra al frente de la administración de los gazatíes y ya en 2014 una escalada de enfrentamientos entre Gaza e Israel terminó con un saldo de 2 mil 310 palestino muertos y 10 mil 626 heridos.

A partir de entonces el bloqueo contra Gaza, añadió Martí, es “a cal y canto” y ello ha tenido una enorme repercusión entre las nuevas generaciones que ven diluirse sus esperanzas de paz, de lograr la solución de contar con un Estado Palestino para vivir libremente y sin el bloqueo. “Puedo decir que se ha perdido la resiliencia, Israel está aplicando un castigo colectivo en Gaza debido a que está Hamás al frente”, indicó la activista.

A COLACIÓN

¿Se fractura el sueño palestino tras el movimiento de la embajada norteamericana? También hablé con Jehad Kamel Suleiman, presidente de la Asociación Europea de Cooperación con Palestina (ASECOP) y en su opinión los últimos lamentables acontecimientos son una demostración más del desinterés por parte de Israel de un entendimiento con el pueblo palestino y una falta de respeto a las resoluciones internacionales.

“Israel tiene junto con Estados Unidos un plan de fragmentación étnica regional, para fortalecer que además Israel se convierta en la fuerza más importante ante los cambios sociales que se avecinan en los pueblos árabes”, aventuró el directivo.

Para Kamel Suleiman que la Unión Americana movilice su representación diplomática y lo secunden Guatemala, Honduras y Paraguay y otras economías “satélite” no cambia la realidad “porque sigue vivo el derecho internacional” y existe un clamor generalizado para que suceda “una solución política” con base “al respeto de los acuerdos y tratados internacionales”.

Respecto de la UE, Kamel Suleiman, cree que ésta sigue siendo muy débil: “Políticamente hacia el exterior no se hace un núcleo realmente fuerte; sí, es verdad, busca la paz y condena la violencia en Medio Oriente; sin embargo, debe buscar el acercamiento entre palestinos e israelíes para lograr una convivencia pacífica en aras de la prosperidad de ambos pueblos.  Europa ha convertido a Palestina en una gran ONG, pero no se ha implicado realmente en una solución con Israel”.

 

Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales

@claudialunapale