Una jueza federal ordenó al gobierno de Donald Trump transferir a todos los menores inmigrantes indocumentados fuera de un centro de detención en Texas debido que recibieron medicación psiquiátrica sin el consentimiento de sus padres.

La jueza de distrito de Los Ángeles, Dolly Gee, dictaminó que las condiciones en el Centro de Tratamiento Residencial de Shiloh en Manvel, Texas, violan un acuerdo judicial de 1997 que reglamenta cómo el gobierno debe cuidar a los menores que entraron al país ilegalmente por su cuenta o que fueron separados de sus padres.

De este modo, Gee subrayó que el gobierno federal debe obtener una autorización o una orden judicial para administrar a los menores medicamentos psicotrópicos de conformidad con la ley estatal, a menos que sea un caso de emergencia.

Además, Gee dictaminó que los empleados de la institución, contratada y supervisada por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) mantenían a algunos menores en confinamiento excesivamente restrictivo y prohibían a los menores hacer llamadas telefónicas privadas.

El personal de Shiloh había admitido haber firmado los formularios de consentimiento antes de drogar sistemáticamente a los niños, anotó Gee en su fallo.

Los operadores deben «cumplir con todas las leyes y regulaciones de bienestar infantil de Texas», incluyendo el requisito de que un tutor legal debe aprobar cualquier droga psicotrópica administrada al niño. La instalación debe permitir llamadas telefónicas privadas y permitir que los menores tengan más tiempo libre.