A pesar de que México es un productor de petróleo, durante el último sexenio la importación de gasolina aumentó 65.59 por ciento pues no tiene la capacidad para refinar lo suficiente para satisfacer su demanda interna.
Así lo reveló Sin Embargo, quien apuntó que el precio del barril de crudo se situó el jueves en 81.72 dólares, nivel no visto desde noviembre de 2014; y aunque podría sonar a una buena noticia, analistas apuntan que está lejos de ello, pues se traducirá en un aumento a los precios de los combustibles.
De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), durante 2018 el precio de las gasolinas Magna y Premium creció un 23 y 16 por ciento.
Asimismo, reportes de Petróleos Mexicanos (Pemex) señalan que de 2013 a agosto de este año la producción de crudo cayó un 25.93 por ciento; mientras que la de gas natural bajó de 6 mil 379 millones de pies cúbicos diarios a 4 mil 837 millones, un 24.06 por ciento menos.
Durante la administración de Enrique Peña Nieto, la elaboración de gasolinas pasó de 437.3 mil barriles diarios en 2013 a 218.6 mil durante el pasado agosto, es decir, 50.01 por ciento menos; mientras que el diésel bajó de 313.4 mil barriles diarios a 127.8 mil en dicho periodo, una reducción de 59.22 por ciento.
La ingeniera y académica de la UNAM, Rosío Vargas, consultada por el medio, consideró que el país debe hacerse a la idea del descenso en la producción y desarrollar otras fuentes de energía y otra política, pues el error de la llamada Reforma Energética fue pensar que las licitaciones e inversiones revertirían dicha condición geológica.
Durante el sexenio del priista, la importación de gasolina pasó de 358.7 mil barriles diarios en 2013 a 594 mil este año, un 65.59 por ciento más; a su vez, la de diésel aumentó de 107.1 mil barriles diarios a 234.9 mil, es decir, 119.32 por ciento.