Wilson Witzel, gobernador electo de Río de Janeiro, en Brasil, propuso que, como parte de su estrategia para combatir el crimen, la policía dispare en la cabeza a los “criminales armados con fusiles”, sin que tengan un juicio.

Lo correcto es matar bandidos que están con fusiles. La policía hará lo correcto: apuntará a la cabecita y… ¡fuego! Para que no haya error”, declaró el también exjuez, quien cuenta con el respaldo de Jair Bolsonaro, mandatario electo de dicha nación.

Por su parte, el general Augusto Heleno, futuro ministro de Defensa, consideró que no se trata de una autorización para matar, sino “una reacción necesaria a la exhibición ostensiva que se hace en Río de Janeiro de armas de guerra en las manos, muchas veces, de jóvenes”.