El magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, considero necesario ver los derechos humanos desde una perspectiva de derechos emergentes, pues ello permite fortalecer la democracia plural.
Tras mencionar que a partir de las grandes desigualdades se han tenido que repensar o visibilizar a los sectores sociales vulnerables, señaló que en el derecho electoral se toman decisiones referentes a casos muy concretos como la nulidad de una elección o la eficacia del acceso a la justicia en materia de elecciones, por ejemplo, en grupos y comunidades indígenas.
En el marco de la Semana de la Escuela Judicial Electoral y del Observatorio Judicial Electoral, el magistrado señaló que con ello se fortalece el derecho a la democracia plural, porque todas las personas y todas las comunidades tienen el derecho al respeto de su identidad individual y colectiva.
Además, se introduce una perspectiva de diversidad cultural o intercultural, así como en la protección de la imagen y de la dignidad, tanto de las personas en lo individual como de los grupos humanos.
“Esto, en materia electoral, se relaciona con todos los conflictos que resolvemos en términos de la libertad de expresión y las limitaciones que prevé la legislación para no calumniar o para proteger el honor de las personas, pero que muchas veces entran en tensión con otro derecho de esta democracia plural, que es el de la información y de la libre circulación de ideas, la libertad de conciencia, de religión, por ejemplo”, indicó.
Al referirse al papel que debe jugar la Escuela Judicial Electoral, el magistrado destacó que no se necesita de una visión estática o estética del derecho, monolítica, aislada de otras disciplinas o de la evolución de la tecnología, ni de una enseñanza que se concentre en proporcionar información.
Rodríguez Mondragón señaló que la Escuela Judicial tiene que repensar cómo lograr que la formación de profesionales de la judicatura tenga las mejores estructuras mentales, además de proporcionar un entrenamiento para razonar, argumentar y manejar todos los conocimientos y técnicas.
Ello, mencionó, sólo se va a lograr con vinculación y colaboración, entendiendo, respetando y completando su especialización y definiendo su identidad.
A su vez, el director general de Investigación de Responsabilidades Administrativas del TEPJF, Rodolfo Terrazas Salgado, destacó la importancia de retomar como eje rector de los trabajos de configuración académica, funcional y estructural de la Escuela Judicial Electoral el tema de la ética pública.
La vicepresidenta de la Barra Mexicana del Colegio de Abogados, Claudia de Buen Unna, explicó que es posible que el tribunal, los abogados barristas y los que pertenezcan a otras escuelas, lleven a cabo sinergias cuya principal finalidad sea fortalecer el Estado de derecho.
“La Barra está abierta para encontrar un punto de acuerdo entre ambas instituciones, respetando en todo momento su independencia, y coadyuvar en un futuro inmediato para obtener con la Escuela Judicial y la sección de Educación Continua, del Colegio de Abogados, una alianza fundamental”, expuso.
En ese sentido, la coordinadora general del Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Blanca Heredia Rubio, mencionó tres áreas en las que podría ser fructífera la colaboración entre la Escuela Judicial Electoral y la academia.
Estimó que la formación de personal judicial traería aire más fresco a las aulas de muchas instituciones académicas; «la investigación, por la cercanía que tiene la Escuela Judicial con los magistrados electorales, aportaría casos y observaciones especializadas que permitirán entender las estructuras de las normas y las relaciones que se tienen en materia electoral«.