El presidente de Rusia, Vladimir Putin, supervisó este miércoles la prueba de un nuevo misil supersónico y declaró que el arma es “imposible de interceptar” y mantendrá a seguro a su país durante décadas.
Ante altos funcionarios militares después de ver la transmisión en vivo del vehículo Avangard desde la sala de control del Ministerio de Defensa, Putin dijo que la prueba fue un “gran éxito” y un “excelente regalo de Año Nuevo para la nación”.
La prueba se llevó a cabo en medio de tensiones en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, que han llegado a su peor nivel desde la época de la Guerra Fría por el conflicto con Ucrania, la guerra en Siria y la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016.
La esperanza de Putin de mejorar el vínculo con Washington bajo la presidencia del magnate Donald Trump se ha apagado debido a la investigación de las acusaciones de los lazos de Trump con Rusia y las tensiones aumentaron cuando el gobierno estadounidense impuso nuevas sanciones contra Rusia.
El Avangard es parte de una serie de nuevas armas nucleares que Putin presentó en marzo diciendo que Rusia tuvo que producirlas como respuesta al desarrollo de un sistema de defensa antimisil de Estados Unidos.