El gobierno de México reiteró su preocupación por la situación en Venezuela, pero sostuvo que mantendrá relaciones con ese país y se abstendrá de pronunciarse sobre la legitimidad de su gobierno, además de que se manifestó en favor de que el Grupo de Lima promueva iniciativas de diálogo y no de aislamiento hacia esa nación.

En el marco de la Reunión Ministerial del Grupo de Lima, el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Maximiliano Reyes, expuso que, en esta ocasión, México no acompañaría el texto que se discutía este viernes en Lima, Perú.

Sin embargo, dijo, “México continuará siendo miembro activo del Grupo de Lima. Esto con la vocación multilateralista de nuestro país y la creencia de que el diálogo y el entendimiento entre los venezolanos será la única vía posible. Nuestra apuesta es por la diplomacia”.

Puntualizó que México mantendrá relaciones diplomáticas con Venezuela para así poder considerar con interés las propuestas de acción o gestión diplomáticas que las distintas fuerzas políticas y sociales de ese país formulen para facilitar su acercamiento, entendimiento y acuerdo.

Nuestra consideración se guiará por las posibilidades de diálogo incluyente con objeto de lograr las condiciones de estabilidad necesaria para el desarrollo del pueblo venezolano, en un marco de paz, democracia y seguridad”, subrayó.

Así, Maximiliano Reyes agregó que México se abstendrá de emitir cualquier tipo de pronunciamiento respecto de la legitimidad del gobierno venezolano.

La autodeterminación de los pueblos y la no intervención son principios constitucionales que México deberá seguir. En ese sentido, el fomento al diálogo entre las partes para encontrar una solución pacífica a la situación que vive Venezuela seguirá siendo prioridad de la política exterior de México”, dijo.

No obstante, en el marco de la reunión, manifestó la preocupación de México por la dinámica que ha alterado la tranquilidad y la prosperidad del pueblo venezolano, así como la situación en torno al respeto de los derechos humanos que se vive en Venezuela.

Ello, indicó, luego de que las vulnerabilidades en los ámbitos económico y social se han reflejado en la migración de más de tres millones de venezolanos que han ingresado, en mayor o menor medida, a diferentes países de la región.

Expresó que México se encuentra en un proceso de cambio de paradigma migratorio donde se ve a la migración como una fuente de prosperidad, desarrollo económico y de riqueza cultural.

Manifestó que México reitera su rechazo a cualquier iniciativa que pretenda dar cabida a medidas que obstaculicen el diálogo para enfrentar la crisis en Venezuela, debido a que ello ocasionaría el cierre de un canal de comunicación necesario para lograr el propósito por el que el Grupo de Lima fue fundado.

México está convencido de que este tipo de acciones, lejos de resolver la situación en el país, abonaría a agudizar el deterioro de las condiciones de vida de los venezolanos. En tal virtud, México no considera apropiada cualquier vía que no dé prioridad al fomento de la paz y del diálogo”, apuntó.