“No era arte sacro, era una imagen devocional”, señaló. Sin embargo, solicitó a las autoridades actuar a fin de que se sigan registrando este tipo de hechos.
“La imagen data de los años 50, no tiene un valor histórico en particular, pero el hecho de que haya ocurrido y de que en México se esté banalizando este tipo de hechos nos preocupa”, sostuvo Priego.
Este el primer robo que sufre la iglesia potosina en el año. En agosto de año pasado, el arzobispo emitió un decreto de ex comunión para quien robó hostias de la sacristía de la capilla de San José Obrero, en Hogares Obreros.