Los inversionistas con ética saben muy bien que Petróleos Mexicanos (Pemex) es una empresa sólida porque ya se maneja con honestidad, y que la calificación de ésta “es mejor que en los últimos 30 años, porque su principal problema era la corrupción” y ya se está combatiendo, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario dijo que Pemex fue una de las empresas «más saqueadas» en el mundo y con más corrupción, pero tiene mucha fortaleza, «no les alcanzó para terminar de destruirla, sólo entregaron el 20 por ciento de su potencial que significa la riqueza petrolera de la nación«.
Consideró que las calificadoras internacionales no han tomado en cuenta las variables en la problemática de esta compañía y que con la intervención de su gobierno se ahorrarán 30 mil millones de pesos.
El presidente aseguró que se fortalecerán las finanzas públicas de Pemex y explicó que las críticas son por los cambios que emprendió su gobierno, ahora los inconformes “tratan de desprestigiarnos cuando México tiene mucha fortaleza” y «autoridad moral«.
La gente, dijo, se siente orgullosa porque se está enfrentando el problema, lo que nos coloca como ejemplo en el mundo por no permitir la corrupción.
Las declaraciones de López se dan luego de que la agencia calificadora Fitch Ratings recortó en dos escalones las notas de los bonos de Pemex y las colocó en perspectiva negativa, dejándolas al borde de perder el grado de inversión.
Además, hace un par de días, Barclays advirtió que había un riesgo «real» de que las tres calificadoras más importantes del mundo comenzaran a recortar la calificación de Pemex en la segunda mitad de este año.