La detención del vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Edgar Zambrano, y los procesos judiciales contra otros nueve de sus miembros asestó un duro golpe a la oposición, que este jueves llamó a concentraciones en todo el país el fin de semana en un nuevo reto al dictador Nicolás Maduro.

Las acciones contra los opositores son percibidas por los analistas como un “contraataque” del gobierno para demostrar que aún está fuerte tras el alzamiento militar del 30 de abril, que dejó al descubierto la existencia de fisuras en la fuerza armada y el oficialismo, y seguir golpeado el entorno del líder opositor, Juan Guaidó, quien a pesar de haberle perdido la inmunidad parlamentaria no ha sido detenido.

Vamos a seguir en ofensiva en las calles”, afirmó Guaidó este jueves al descartar que los procesos iniciados contra los congresistas vayan hacer retroceder a la oposición.

El jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela consideró como una “atrocidad” la detención del vicepresidente del cuerpo legislativo, Edgar Zambrano, y dijo en conferencia de prensa que el gobierno recurre a la “persecución” de diputados porque busca verse “fuerte cuando no tienen el respaldo del pueblo” y ante la “fractura” de la fuerza armada.

La oposición venezolana en el exterior pidió a la comunidad internacional condenar el arresto de Zambrano y los procesos judiciales contra otros legisladores. Antonio Ecarri, embajador en España de Guaidó, dijo que “la indiferencia no es una opción”.

La detención de Zambrano fue rechazada el jueves por la Unión Europea, 11 países de la región que integran el Grupo de Lima y la Oficina del Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que instó a las autoridades venezolanas a que lo liberen y detengan los ataques contra la Asamblea Nacional y sus miembros.

Estados Unidos ya condenó esta “detención arbitraria” y advirtió de que habría “consecuencias” si no lo liberan de inmediato.

Zambrano, de 63 años, fue detenido la noche del miércoles por la policía política (el SEBIN) cuando se encontraba en su camioneta frente a las oficinas de su partido, Acción Democrática, en el norte de Caracas. En los últimos años el dirigente cumplió funciones de enlace entre la oposición y el gobierno.

Desde las afueras de la sede capitalina del SEBIN, al oeste de la capital de Venezuela, la abogada Neida Pérez, representante legal Zambrano, denunció la detención de Pedro Rosario, chofer del diputado, y de tres miembros de su equipo de trabajo: Martín Hernández, Abraham Rodríguez y Luis Eduardo Peña. Pérez consideró como “ilegales” y “arbitrarias” los arrestos del congresista y las otras cuatro personas y dijo a la prensa que en esos casos se está violando el “derecho a la defensa”.