El Tribunal Supremo de España sentenció este martes que el gobierno interino puede exhumar los restos del general y dictador, Francisco Franco, del Valle de los Caídos, el mausoleo que el sátrapa construyó en las afueras de Madrid, una medida que podría zanjar décadas de controversia.
Los seis jueces de la corte suprema rechazaron por unanimidad el recurso presentado por la familia de Franco contra los planes del ejecutivo de sacar los restos del general y trasladarlos a un cementerio próximo a la capital de España. Franco gobernó desde 1939 hasta su muerte en 1975.
Los partidos de izquierda y familiares de muchas víctimas de la Guerra Civil española quieren que los restos de Franco sean retirados del mausoleo, que recibe visitas de turistas y entusiastas.
Otros alegan que esta medida podría reabrir viejas heridas de la sangrienta guerra civil de 1936-39 entre la República y los nacionalistas rebeldes acaudillados por Franco.
Unas 34 mil personas de ambos bandos de la guerra que dividió a España entre 1936 y 1939 están enterradas también allí, la mayoría de ellas sin identificar.
Los familiares de Franco esperaban bloquear la exhumación o lograr al menos que fuera sepultado de nuevo en la catedral de la Almudena, en el centro de Madrid, una idea a la que el gobierno se opuso frontalmente.
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, calificó la decisión de victoria para la democracia española y tuiteó que “La determinación de reparar el sufrimiento de las víctimas del franquismo guio siempre la acción del gobierno”.
El cementerio tiene financiación pública y los restos deberían ser entregados a la familia para que sean enterrados en un lugar privado, añadió.
De acuerdo con un cálculo reciente de expertos, los restos de más de 100 mil opositores a Franco muertos en la guerra civil están enterrados en 2 mil 500 fosas comunes en todo el país. La mayoría no están señaladas, mientras que desde el año 2000 se han exhumado 9 mil cuerpos de 740 fosas comunes.