Con el tema La guadalupana inició la misa en honor al cantante José José en la Basílica de Guadalupe, donde miles de fans esperaban la llegada de sus cenizas, tras el homenaje que se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes.
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Pasadas las 14 horas, parte de las cenizas del intérprete de Si me dejas ahora llegaron al santuario católico, en donde los fans han estado cantando sus canciones desde temprana hora. El féretro dorado se instaló en la entrada del recinto, donde fue recibido por el sacerdote.
Los hijos mayores, Marysol y José Joel, así como Anel Noreña, exesposa del artista ingresaron a la basílica y se ubicaron en la primera fila, mientras tanto, los fans corearon El triste, lanzaron porras y gritos de “¡Sí se pudo!” y dedicaron aplausos al cantante.
La carroza fúnebre salió del Palacio de Bellas Artes acompañada de un dispositivo de seguridad, luego de concluir el homenaje. La salida de ese punto se complicó en los últimos minutos ya que un grupo de personas se molestaron cuando se restringió el acceso y entraron a empujones y gritos.
“¡Córranle, ya encontraron a José José!”, exclama un indigente en una de las puertas laterales de la Basílica de Guadalupe, donde cientos de fans del cantante mexicano se encuentran para despedirlo.
Sentados en las gradas, sobre el piso, de pie o hincados, los seguidores de El Príncipe de la Canción escuchan atentos la misa que oficia Monseñor Gustavo Moreno Bravo, Canónigo de la Basílica de Guadalupe ante miles de personas.
Al interior del templo, se halla el pueblo. Están quienes son fieles a la música de José José, los que compraban sus discos y fueron a sus conciertos una y otra vez. También se encuentra la gente que vio en él un ejemplo para dejar el alcohol, que los motivó a salir adelante.
“Entre tus manos está mi vida, señor. Entre tus manos pongo mi existir. Hay que morir para vivir”, corean a todo pulmón mientras llorando observan el féretro con los restos del artista que con las canciones que interpretó, trascendió las fronteras.
Para no perder detalle de la ceremonia eucarística, el público toma imágenes en video o fijas desde su teléfono celular. Otros abrazan en su pecho fotografías del ídolo y muchos más le lloran, el momento es emotivo.
A la salida, están quienes prefirieron no presenciar la misa, pero celebran a su modo que el cantante de temas como La nave del olvido y Preso, este en casa, que ya se encuentre en México.
Con júbilo gritan: “¡Que sí, que no, que cómo chingados no!”, “Sarita, chingas a tu madre”, y “¡Sí se pudo!”, en alusión a los momentos que Marysol y José Joel, sus hijos mayores, tuvieron que pasar para tener acceso al cuerpo del artista.