El presidente Andrés López dijo este viernes que pidió ayuda a su ídem de Estados Unidos, el magnate Donald Trump, para conseguir 10 mil ventiladores y 10 mil monitores “para no tener problemas de abasto” durante la pandemia por covid-19.
Se solicitó a Donald Trump para que nos ayuden “vendiéndonos 10 mil ventiladores y 10 mil monitores” para atender a pacientes con covid-19, aseguró durante su conferencia mañanera.
Trump le dijo que lo consultaría con “encargados del abasto de estos equipos” y este viernes en la tarde le dará “una respuesta”.
En este contexto, le agradeció a Trump su “amabilidad” por atenderle pese a la contingencia.
Aceptó que uno de los problemas que se tiene ante la emergencia por coronavirus es el de la posible falta de ventiladores en México si la crisis se agrava.
“Pero el lunes vamos a informar” de las decisiones tomadas para hacer frente a la pandemia, afirmó.
El mandatario aseveró que el pasado jueves habló con el presidente estadounidense para solicitar el apoyo -dentro de una llamada donde también hablaron de la reducción de producción de crudo– y será este viernes por la noche cuando vuelvan a conversar para saber cómo será esta ayuda.
Aseguró que le expresó a su homólogo que “ellos tienen más posibilidades, más plantas, más desarrollo tecnológico y tienen más recursos económicos”, a lo que Trump contestó que lo va a consultar con los encargados del abastecimiento de estos equipos para dar una respuesta.
López dijo también que este viernes platicará con el presidente de China, Xi Jinping, para ver la posibilidad de que adquirir más equipos y no tener problema de abastecimiento de ventiladores y de monitores.
“Estar preparados para posibilidad de que se dispare el contagio, la enfermedad y que tengamos forma de atender de hospitalizar a enfermos hasta terapia intensiva, a todos, y que salvemos vidas”, aseveró.
México se encuentra actualmente en la fase dos de contingencia por covid-19 y, hasta este jueves, sumaba ya 3 mil 441 casos confirmados y 194 muertos.
El gobierno de México decretó la emergencia sanitaria hasta el 30 de abril, lo que obliga a parar las actividades económicas no esenciales y exhortó a la población a quedarse en sus casas, aunque la cuarentena no es obligatoria para no afectar a millones de personas empleadas en el trabajo informal.