La Iglesia mexicana denunció este viernes amenazas de muerte del crimen organizado al sacerdote Marcelo Pérez, párroco de Simojovel, en el estado de Chiapas, sureste de México.

Las amenazas de muerte al párroco fueron mediante una llamada telefónica presuntamente por un emisario del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que tiene su base de operaciones en el occidente del país, informó la diócesis de San Cristóbal de las Casas.

En un comunicado dirigido a las autoridades, la diócesis confirmó que las amenazas de muerte a Pérez, coordinador pastoral social de la diócesis, fueron extendidas tanto a su familia como a sus feligreses.

Han sido amenazados, el sacerdote Pérez, su familia y el Consejo Parroquial de San Antonio de Padua si no se pliegan a los fines del CNJG, considerado uno de los más grandes y violentos que operan en el territorio mexicano, dijo la Iglesia católica de San Cristóbal de Las Casas.

En la llamada telefónica, el CJNG confirmó que ha llegado a Chiapas a reclamar como suyo el territorio, para lo cual le exigieron al sacerdote que se alineara a cambio de mantener la paz en la zona o de lo contrario corregía sangre en su comunidad, indicó

«No creo que sería grato a su persona que tuviese que interrumpir en una celebración suya de misa o cualquier festejo tradicional aquí en la parroquia y que tenga que desatar una masacre dentro de ella, claramente dejando la cabeza de sus fieles feligreses en el umbral de su linda parroquia, no creo que sea algo grato a su persona», dijo al sacerdote el emisario del Cártel.

La diócesis expresó su preocupación por la seguridad del sacerdote y confirmó que las amenazas de muerte se han replicado en otras parroquias del estado de Chiapas.

Estas acciones buscan crear intimidación y represión, pues la comunidad pastoral ha caminado de la mano con el pueblo de más de 18 municipios en defensa de los derechos humanos, aseguró la diócesis de San Cristóbal de Las casas.

Ante estos actos se pronunciaron contra estas amenazas y las calificaron de «indignas» y precisaron que mantendrán su trabajo porque es un compromiso de años de la diócesis con la población.

La autoridad eclesiástica llamó a las autoridades a poner operaciones al servicio de la paz y revisar los objetivos de protección que tienen con sus políticas armadas.