El gobierno de India aplicó este sábado cierto alivio a la estricta cuarentena impuesta a sus mil 300 millones de habitantes por la pandemia de coronavirus, al permitir la reapertura de las tiendas de vecindario en las que muchas personas compran desde bebidas frías hasta tarjetas de datos para sus celulares.
La relajación en las medidas indias de confinación, sin embargo, no se aplicó en cientos de ciudades en cuarentena y otros focos críticos de contagio que fueron los más afectados por el covid-19, que ha matado al menos a 775 personas, donde muchas personas en la pobreza viven en barrios con demasiada densidad como para aplicar el distanciamiento social. En India hay más de 24 mil 500 contagiados por el virus.
Los centros comerciales también permanecieron cerrados en todo el país. Para las familias que manejan las tiendas pequeñas, poder volver a abrir sus negocios fue un alivio.
“Esta es una buena decisión”, opinó el arquitecto Amit Sharma. “Tenemos que abrir algunas cosas y dejar que la economía comience a moverse. La gente pobre debería tener alguna fuente de ingresos. Este virus será un problema a largo plazo”.
La semana pasada, el gobierno también permitió la reanudación de la actividad en fábricas y de la agricultura en zonas rurales para aliviar la difícil situación económica de millones de asalariados y jornaleros que se habían quedado sin empleo por el confinamiento del país impuesto el 24 de marzo. Las restricciones de quedarse en casa en India permitían que las personas sólo salieran de sus hogares para comprar alimentos, medicinas u otros artículos básicos.
Hasta el momento, autoridades India han confirmó más 24 mil 500 positivos al coronavirus y 775 decesos. Los estados más afectados son Maharashtra, con 6 mil 817 contagios; Gujarat, con 3 mil 815; Nueva Delhi, con 2 mil 514, y Rajastán, con 2 mil 34.
En otras partes en Asia, las autoridades reportaron este sábado que no hubo decesos de covid-19 por décimo día consecutivo en China, donde se originó la pandemia.
Corea del Sur confirmó 10 nuevos contagios en el octavo día en fila con menos de 20 infectados diarios y, por segundo día, no registró víctimas mortales.
En Sri Lanka, sin embargo, se volvió a intensificar el confinamiento social, confirmando que el patrón de “un paso adelante, un paso atrás” también forma parte de la lucha de los países contra la pandemia, tratando de hacer malabarismos entre proteger la salud pública y tratar de reactivar la economía.
Sri Lanka había levantado parcialmente el toque de queda de un mes en más de dos tercios del país, pero volvió a imponer un bloqueo de 24 horas en todo el país después de un aumento repentino de 46 infecciones nuevas el viernes, el mayor aumento en un día en la isla del océano Índico. El nuevo toque de queda sigue vigente hasta el lunes.
La cifra global de muertes subió este sábado a más de 200 mil, según un recuento compilado por la Universidad John Hopkins a partir de cifras de los gobiernos. Se cree que el número real de muertos es mucho mayor.
El papa Francisco pidió el sábado a la gente que ore por los trabajadores de casas funerarias, al decir: “Lo que hacen es muy duro y triste. Ellos sienten realmente el dolor de esta pandemia muy de cerca”.